Ante las declaraciones del presidente francés Emmanuel Macron de que Vladímir Putin no quiere terminar la guerra con Ucrania, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, intentó un acercamiento con Macron y con Volodímir Zelenski, el presidente ucraniano, para llegar a un acuerdo negociado con Rusia.

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El príncipe del Kremlin le dio a Ucrania un golpe militar que terminó con su sistema eléctrico, dejando a oscuras al país, justo cuando se iniciaba el fuerte invierno ucraniano. También informan los diarios ecuatorianos que alrededor de 90.000 ucranianos han desertado de la guerra, por cuanto según ellos irían a una muerte segura. La paz en Ucrania tardará en llegar, aun cuando los rusos no la consideran su guerra.

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A esta buena iniciativa de Trump le han seguido tres malas declaraciones. La primera es la de querer comprar Groenlandia, que le pertenece a Dinamarca; la segunda es la de querer recuperar el canal de Panamá, canal del que el presidente Jimmy Carter de los Estados Unidos le hizo formal entrega al pueblo panameño.

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Quizás el propósito del señor Trump sería el de obtener mejores tarifas por el cruce de esta vía interoceánica, pero eso tampoco sería posible, por cuanto tendrían que rebajar las tarifas a todos los países del mundo que utilizan esta vía interoceánica, una fuerte caída a los ingresos panameños.

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Trump además aseguró que gravará con un 25 % las importaciones desde Canadá y México, e impondrá un arancel adicional del 10 % a las procedentes de China, cosa que afectaría a la situación económica de los Estados Unidos, cuya economía se debate entre la inflación y la recesión.

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También ha amenazado con deportar a los migrantes ilegales en su totalidad; sin embargo, los empresarios norteamericanos los necesitan para la siembra y cosecha de sus productos agrícolas y en la construcción, pues son actividades que los norteamericanos no quieren realizar.

El 20 de enero será el cambio de mando en los Estados Unidos. La situación internacional es incierta y tendremos que esperar para ver si Trump hará lo que prometió. (O)

Sucre Calderón Calderón, abogado, Guayaquil