Es insólito que en Ecuador exista un hotel con varios menores de aproximadamente 10 años de edad dentro del criminal tráfico de personas, que mundialmente mueve cerca de 150.000 millones de dólares al año. Los más vulnerables son los menores de edad que no tienen un hogar.
Soñemos que niñas y niños víctimas en el mundo son libres de esta esclavitud.
Según documentales, dos mil toneladas de cocaína se producen al año en el mundo, esto junto con miles de jóvenes arrastrados por la pobreza, quienes “usan el mejor recurso disponible” para salir de su situación. A esto se le suma la inacción del Estado, encarnado, con excepciones, por gente indolente que ocupa los puestos ‘de confianza’ en el Gobierno, que adolece de conciencia social y de trabajo en ‘territorio’, como para poder igualar oportunidades y aspirar al pleno emprendimiento y a la paz verdadera.
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Soñemos con liberarnos de la pobreza, que muestra en las calles a las potenciales víctimas de un sistema que alimenta estos delitos. (O)
Diego Fabián Valdivieso Anda, Economista, Quito