Hay tantos binomios presidenciales y candidatos a asambleístas que desean estos puestos no para cumplir su desempeño público, sino para satisfacer sus necesidades económicas y pretender ejercer por un momento “mando” ante el pueblo con tantas necesidades.
Es verdad que aún no comienza la campaña electoral; sin embargo, en el momento de firmar la aceptación ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), hemos escuchado tantos anuncios de “salvar a la patria”, “hacer las cosas de forma distinta”, “de no robar, sino trabajar”, “somos distintos, no somos los de siempre” y más estribillos encendidos y en voz altisonante para convencer al pueblo.
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En este intervalo ninguno de ellos ha mencionado los gravísimos problemas que vivimos: terrorismo, drogadicción, inseguridad jurídica y social, putrefacción en la administración de la justicia y la compra de energía eléctrica.
Política ecuatoriana y los candidatos
Sufrimos las consecuencias de tantos y variados problemas originados por soluciones mediocres, sin ideas vanguardistas. Al no pensar en las futuras generaciones y asegurar su bienestar se generará la fuga de ciudadanos capaces de aportar al progreso, cuyo resultado es totalmente negativo para la República.
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A pesar de que en Ecuador somos bendecidos por la naturaleza al no tener huracanes ni cuatro estaciones, hemos sido maldecidos por un puñado de corruptos que solo obran en beneficio propio, aunque el país se hunda.
Señores candidatos, demuestren con hechos lo que dicen rimbombantemente, renuncien al dinero que les ha dado el Consejo Nacional Electoral y dónenlo a todos los ciudadanos que se han visto afectados por los incendios, inundaciones, sequías o por la falta de energía eléctrica y demás problemas que se han presentado en el país. Los ecuatorianos tenemos demasiadas necesidades. ¿Será eso mucho pedir? (O)
Regina Zambrano Reina, doctora en jurisprudencia, Guayaquil