Reciba mis felicitaciones por su triunfo, que es motivo de júbilo para nuestra nación.
Tuve el privilegio de conocer a su abuelo Luis Noboa Naranjo, hombre admirable, de nobles cualidades y gran empresario, ejemplo para todas las generaciones. Así mismo tuve el honor de conocer a su tía Isabel Noboa Pontón de Loor, persona admirable e inigualable empresaria. De ella conservo un libro de su autoría titulado Perfil de un triunfador, inspirado en la memoria de su padre.
Basado en este contexto, años atrás me propuse crear el día del empresario ecuatoriano, ideal que continúo perseverando. Esta aspiración la di a conocer a varios presidentes de la Cámara de Comercio de Guayaquil. En mis intervenciones propuse que este día pueda llevar el nombre Luis Adolfo Noboa Naranjo y que el día de este acontecimiento sea el 1 de febrero, fecha de su nacimiento.
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El éxito de su gobierno dependerá de la calidad moral e intelectual de quienes integren su gabinete.
Desde este espacio, solicito con el mayor decoro al nuevo presidente, Daniel Noboa, tomar en consideración este noble desafío y se logre hacer realidad este reconocimiento a los empresarios, quienes cumplen una labor destacada en el país.
En cuanto a su gestión como mandatario, estoy consciente de la gran responsabilidad que le depara para conducir la nación y que hay prioridades que cumplir como la seguridad, salud y educación, pero para estos objetivos se debe reactivar la economía, agroindustria, pesca, la confianza para traer a los inversionistas extranjeros y fomentar el turismo, lo cual generará fuentes de trabajo.
Mi sugerencia es que no preste atención a los aduladores que lo quieran endiosar, usando artimañas. El éxito de su gobierno dependerá de la calidad moral e intelectual de quienes integren su gabinete. Trabajar con su equipo lo ayudará a asegurar la reelección.
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Gracias, señor presidente, le auguro éxitos y bendiciones en su mandato. (O)
José Franco Castillo Celi, psicólogo, Guayaquil
