El mayor problema que tienen los ríos de llanura es la acumulación de sedimentos en su cauce, a tal punto que llegan a eliminarlo, formando los esteros. El río Guayas hace rato que entró en este proceso, sus afluentes Daule y Babahoyo traen gran cantidad de sedimentos que no se han limpiado en muchos años, permitiendo que se formen bancos de arena como verdaderas islas. En la unión de estos ríos, el espesor de la lámina de agua apenas alcanza a 3 metros, solo pueden navegar botes de 2,5 metros de calado, mientras al sur de la ciudad el calado es de 4,5 metros, con dificultad entra el Buque Escuela Guayas.

Un año del dragado del río Guayas: más de 1,5 millones de metros cúbicos de sedimento han sido removidos

Desde fines de 1980 dejaron de entrar barcos de calado 12 a 13 metros a los muelles del río Guayas, la construcción de la presa Daule - Peripa (hace aproximadamente 30 años), mermó el caudal del río Daule, sumado a la supremacía de caudal del río Babahoyo, hizo que los sedimentos se arrinconen en el cauce del Daule y se forme el islote El Palmar, ubicado frente a La Puntilla, zona donde ahora se está dragando en un área de 480 hectáreas, mediante contrato con una empresa china que deberá extraer 6,2 millones de metros cúbicos de sedimentos en tres años, la altura promedio de extracción será de 1,5 metros, que con los tres metros que hay ahora llegará a una profundidad entre 4 a 5 metros, que no permite el ingreso de barcos de alto calado. El rápido crecimiento del sedimento en el río Guayas es muy preocupante, urgente y debe ser estudiado por un equipo de expertos calificados.

Islote El Palmar no desaparecerá con el dragado del río Guayas: hasta ahora se ha removido 1′083.000 m³ de sedimentos, según la Prefectura

En resumen, el sedimento del río Guayas está causando dos problemas graves: navegación de barcos de alto calado y posibles inundaciones de la ciudad. La solución es muy compleja, las autoridades locales y nacionales deben tomar en serio el problema para defender a la ciudad de los sedimentos y sus consecuencias. (O)

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Marco Antonio Zurita Ríos, ingeniero civil, Quito