Nerón incendió Roma siendo emperador y desde su ventana cantaba y miraba el incendio con placer. Leer esta historia permite sacar conclusiones hasta dónde puede llegar la maldad del hombre.
Los culpables de los incendios forestales
Hoy nos tocó desde nuestras casas ver por la televisión cómo un incendio arrasaba con todo el maravilloso verdor que adornaba parte de la ciudad capital del Ecuador, Quito, la Carita de Dios, Luz de América, única y bella rodeada de volcanes, con un clima refrescante que alimenta con paz el cuerpo y el alma de los que viven en esta mágica ciudad llena de historias y leyendas
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Todos nos preguntamos ¿qué pasó? La fuerza y arrebatamiento con el que surgió este incendio logró devastar la gran arboleda junto a la nutrida fauna que conformaban el marco más bello y natural de nuestra grandiosa y acogedora capital Quito, amada por todos y visitada por muchos extranjeros.
Incendio en Quito deja lecciones
¿Quién te hizo esto, ciudad amada? ¿Quién te desforestó? ¿Qué pasó con los algarrobos, los cactus y los árboles de pino? ¿Quién mató tantos animalitos que vivían tan felices volando como los colibríes y tomando el néctar de las flores, los conejitos saltando con alegría en medio de la naturaleza inigualable?
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Se piensa que esto es producto del calentamiento global por culpa de las malas actuaciones del hombre.
La contaminación del agua, el suelo y el aire trae como consecuencia la mala calidad de vida para todos los seres que pueblan la tierra ocasionando desastres como elevación de temperatura teniendo como consecuencia incendios forestales y sequías por la disminución de precipitaciones. Si este desastre fue así, todos tenemos algo de culpa por el accionar que el hombre ha hecho en la Tierra.
Existe otra teoría que estos incendios son productos de hombres desamorados o piromaniacos, si es así también todos tenemos culpa porque fallamos como padres, maestros y políticos. Como padres al no darles desde niños seguridad y amor filial en los hogares. Como maestros al no educar con ejemplo de valores básicos para convivir en sociedad con equidad. Y como autoridades no brindando una educación que llegue a todos los niños y jóvenes. Y los políticos al no dar el ejemplo de respeto honestidad y que su principal objetivo sería realizar acciones que logren cumplir con todos los derechos de niños y jóvenes, si aplicamos estas acciones estaríamos creando una sociedad justa y llena de paz.
Unámonos y acerquémonos a Dios, pidiéndole sabiduría para actuar y ser mejores hombres y mujeres agradecidos por el hogar que nos dio, nuestra Tierra bendita. (O)
Alicia de Jesús Carriel Salazar, docente, Guayaquil