La lucha contra el ruido en el Ecuador cumplió 40 años. Se inició con el prestigioso otorrinolaringólogo, cirujano, científico guayaquileño, doctor Fernando López Lara (diciembre 23 de 1904-febrero 9 de 2000), para concienciar al país de que el ruido es perjudicial para la salud y el medioambiente.
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El ruido es un sonido o conjunto de sonidos sin armonía ni ritmo, a más de 70 decibeles; es desagradable para el oído, la salud y el medioambiente. El uso de pitos, motores, maquinarias, parlantes, equipos de sonido, en alto volumen, causa contaminación. Los niveles del ruido no deben superar los permitidos por la OMS: 65 decibeles durante el día y 55 en la noche. Ecuador está agredido permanentemente por el ruido; ciertas indolentes autoridades no hacen nada. Existe violencia, desenlaces fatales cuando una persona se acerca a una casa, bar..., para pedir que bajen el volumen, bulla.
La campaña global contra el ruido la fomentó desde 1996 la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero volviendo al Ecuador, destacamos que tiempo atrás el doctor López Lara inició (1983), una campaña en el país de dar a conocer los efectos negativos del ruido. Dicho doctor fue presidente de ACER (Acción Contra el Ruido), en la cual fui miembro. En el país, ACER y la Fundación Contra el Ruido, Aire, Contaminante y Tabaquismo (Funcorat) son pioneras entre instituciones, en cultura contra el ruido.
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La OMS en abril conmemoró la concienciación internacional sobre el ruido y los efectos malos en la salud: pérdida total o parcial de la audición por sonidos fuertes (petardos, cláxones, música a alto volumen...) o por exposiciones repetidas, pues no hay suficiente tiempo para que los oídos descansen. Trastornos digestivos, cardiovasculares, cognitivos, del sistema nervioso; derrame, jaqueca, estrés oxidativo... (O)
Francisco Plaza Bohórquez, doctor en Medicina, Guayaquil