No escribí este mensaje para que te enganches, al contrario, lo hice para que te desprendas de tus problemas y te permitas abrir tu mente para conocer cuáles son tus verdaderos sueños.
Dedico este mensaje a los que piensan que no lo lograrán, a los que dejaron de soñar, aquellos que arrojaron la toalla antes del último campanazo y creen que todo está perdido, incluso desde mucho antes de luchar. Cumplir tus sueños no será fácil y es que lo que llega fácil no es gratificante. La vida te lanzará piedras, pero con tu esfuerzo y dedicación edificarás los cimientos. La vida te ahogará en un mar de problemas, pero con tu sacrificio y perseverancia resucitarás ese espíritu de soñador. Te lastimarán, te dejarán heridas, pero con tu fe inamovible sanarás sin cicatrices.
Sentirás tanto dolor como si una embestida de elefantes pasara sobre ti, pero no pierdas la sonrisa, el optimismo y la esperanza. Confía en tus dones que se te han otorgado porque será tu talento el que te permita sortear las adversidades. Alimenta diariamente tus sueños para que tus temores desaparezcan.
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En tu caminar encontrarás personas que te abrirán las puertas de su corazón, pero por favor, quítate los zapatos, se amable, respetuoso y cortés antes de entrar en sus vidas. También encontrarás personas que te empujarán y te harán caer, pero aprende a caer de rodillas. Quédate con las personas que te motivan a ser mejor, aquellas que te levantan la autoestima, estos superhéroes emocionales realmente valen la pena tenerlos cerca y cuidarlos.
Lo hermoso de este mensaje no está en las palabras que escribí, sino en los hechos futuros que tú podrás transformar y conseguir utilizando el poder que dan significado a estas palabras.
Evitemos cometer estos errores
Finalmente, solo te pediré algo a ti soñador: ¡no te detengas y continúa luchando por tus sueños! (O)
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Juan Diego Salinas Ochoa, coach motivacional, Babahoyo
