El arroz es sin duda un producto de consumo masivo y sobre todo en los países más poblados del planeta, los más consumidores son China, Japón, Tailandia (el mayor productor de la gramínea en el mundo), India y todos los hispanoparlantes y, por supuesto, el Ecuador.
En los años 50, 60 del siglo pasado, el Ecuador fue exportador de arroz, pero poco a poco la producción se redujo y en la época del presidente Hurtado se lo importó desde Corea del Sur (caso “arroz con gorgojo”, llamado así por cuanto se pudrió por la falta de silos para almacenarlo), como consecuencia del fenómeno de El Niño en un invierno extendido por 7 meses. En el actual gobierno del presidente Lasso, el ministro de Agricultura ha anunciado la importación de arroz de Colombia, para disminuir el precio en el mercado nacional por cuanto, supuestamente, no había lo suficiente para el consumo y su consecuencia directa cayó en el precio del quintal, subió entre 50 y 60 % de su valor en el mercado local; considerando y justificando la necesidad de dicha importación, por la escasez. Los productores de arroz y los gremios de los arroceros de las dos únicas provincias ecuatorianas donde se produce arroz, como son las provincias de Los Ríos y de Guayas, se han opuesto por considerar que en menos de dos meses empiezan la cosecha, habría exceso de gramínea y el precio se iría al piso produciéndoles pérdidas económicas y problemas para el pago de sus préstamos para la siembra. También consideran que los intermediarios tienen el arroz escondido. No es difícil, para las autoridades de ambas provincias constatar tales sembríos y tampoco ubicar los lugares donde los intermediarios esconden el arroz, para encarecerlo después, por cuanto no es un producto que puede guardarse debajo de la cama. Los agricultores y sus gremios han planteado al Gobierno un amparo constitucional (una acción de protección) para impedir la importación de arroz desde Colombia, frente a la posición ministerial de la especulación y del alto precio del quintal de arroz en el mercado local. Solamente ahí se sabrá quién tiene la razón o quién miente o exagera la realidad; aun cuando no es difícil calcular la producción actual, por ejemplo, algunos campesinos siembran arroz en bahíos, que es la parte de la más baja marea de los ríos hasta la ribera de la hacienda, con una producción de hasta 25 quintales de arroz por hectárea al año, mientras que en los terrenos arroceros con buenos riegos y tecnologías se logran hasta 100 quintales por hectárea al año y se dan hasta dos cosechas, la otra es menor, se la llama arroz de verano.
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Y habrá que estar atentos a la información meteorológica ecuatoriana e internacional para ir monitoreando la llegada del próximo fenómeno de El Niño y las consecuencias en los cultivos de arroz. (O)
Sucre Calderón Calderón, abogado, avenida Samborondón