La sociedad está en decadencia en todo orden. Diariamente tenemos que lidiar con el crimen organizado, la delincuencia, extorsionadores por todos lados y se suma a esta problemática los apagones de luz en el país. Los comercios para salvaguardar en algo su integridad viven tras las rejas y los verdaderos delincuentes andan campantes por las calles sin estar en la cárcel, es decir, todo está infectado por la delincuencia y otros males.

Es un error decir que vamos a arreglar esta problemática social con intervenciones policiales, acciones de la Fiscalía, juzgados, endurecimiento de penas y logrando extraditar a los delincuentes, esto lo empeorará, la fuerza engendra fuerza, este parche es una mínima parte a la solución de este gravísimo problema sociológico.

¿Cuál debe ser el rol docente frente a la irrupción del Chat GPT y la inteligencia artificial?

Hay que atacar al problema por la raíz y en esto tiene que ver nuestra Constitución, y la educación que se da a la niñez y juventud, la que por ley está direccionada a favorecer a estos problemas y a los grupos delincuenciales que atentan contra el orden establecido.

Publicidad

Pongamos un ejemplo en el aspecto educativo. En este se demuestra que en la actualidad el maestro en escuelas, colegios y en la sociedad debe tener un espacio para ejercer su oficio y a base de técnicas didácticas poder cumplir su rol de enseñar a los estudiante con la filosofía, didáctica y el ejemplo, sin embargo, el docente tiene las manos atadas, su voz está silenciada, está mal pagado, vilipendiado, marginado por el alumno y el padre de familia, que de acuerdo con la ley ellos están sobre el maestro y siempre tienen la razón.

En plantel de Quevedo, docente de Matemáticas fue blanco de amenazas plasmadas en pasquines: el caso permanece en indagación previa

Si el maestro va a poner orden en el aula; o si el maestro ve que un estudiante no cumple con deberes, tareas, lecciones y se está quedando de año; o si el maestro ve que un estudiante está armado no puede retirarle el arma. En estos tres casos el docente no puede hacer nada. Pero si el maestro incumple estos preceptos, el padre de familia acude al colegio y se queja al Departamento de Consejería Estudiantil (DECE), inmediatamente al profesor se le levanta un informe y luego un sumario administrativo, puede ser acusado por maltrato infantil, persecución, acoso escolar, acoso sexual, o por violentar la intimidad del estudiante y sin ninguna defensa es destituido del magisterio, así de fácil.

Ahí están a la vista los resultados, una sociedad resquebrajada. Entonces, de qué nos quejamos si todo está en orden a las leyes y reglamentos educativos, acuerdos ministeriales, protocolos y códigos de convivencia institucionales.

Publicidad

Docente de Colimes ganó primer lugar en el concurso sobre iniciativas ambientales para la conservación del suelo

Si el padre de familia en casa no corrige nada a su hijo, peor lo harán en el colegio, en eso los representantes somos cómplices de estos desafueros y ahora el Estado quiere hacer justicia cuando es el principal protagonista de esta indolencia social, la respuesta correcta es que se reforme las leyes y se invierta más en programas sociales. (O)

Francisco Marcos Anastacio Valarezo, profesor, Progreso