Una persona tiene instrucción y valores que repercuten en la imagen y relevancia del ser humano; una empresa cuenta con una planificación estratégica vertida en una misión, visión, e identidad corporativa que son parte de la estructura que la enaltece y se respeta por jefes y empleados; un país cuenta con los símbolos patrios que son parte de la hegemonía y excelencia por sobresalir ante todos los demás en competencias, retos, guerras, derrotas y triunfos de los ciudadanos, todos con fervor enaltecen su ideología por la patria altiva.

La intangibilidad del himno nacional

Se respeta a la persona, a una empresa y a un país, Ecuador cuenta con un escudo único con simbología magistral, una bandera que representa los momentos más sabios e históricos acontecidos, y un himno nacional, con calidad, mensaje y música.

Es en los símbolos patrios donde está el clamor y el grito de ecuatorianos que vierten significado y valores con el solo hecho de conocerlo y respetarlo, quien ama al Ecuador respeta sus símbolos patrios, idolatra su himno nacional, lo recuerda y lo añora, al momento de alcanzar un verdadero amor o reto por su patria.

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Respeto nacional

Nadie puede menospreciar la letra del himno nacional del Ecuador, no se puede difundir música equívoca y letra diferente, mucho menos nombrarlos en situaciones políticas, amenazas o difteria. El himno representa el fervor cívico, donde el patriotismo se engalana todos los lunes en la mañana en una institución educativa; donde se recuerda la mejor música y letra que tiene un país en arte y cultura; nadie puede cambiar una coma, ni mucho menos una letra, simplemente es un estandarte de respeto constante, no existe poder similar al de Dios para poder cambiar la letra de nuestro himno nacional.

Basta de irrespeto al país y sus símbolos

Pido respeto en todo momento, gritar con pasión los triunfos representativos por el Ecuador, donde su himno se canta en los Juegos Olímpicos, en las instituciones educativas, entidades públicas, deporte y en los eventos de mayor tradición histórica del país, siempre con fervor desde la cuna hasta la tumba, somos ecuatorianos reales que viven e idolatran con esfuerzo y trabajo mejores días con orgullo y respeto a los símbolos patrios. (O)

José Inca Véliz, ingeniero, Guayaquil