Definitivamente el Ecuador a nivel de creatividad somos muy destacados y no somos potencia mundial porque no queremos. El reciente debate presidencial fue una prueba de lo que menciono, más allá de los memes, las frases folclóricas, ver con mucha pena cómo algunos candidatos leían sus respuestas, la falta de profundidad en las propuestas, entre otros pasajes que pasarán a la historia; queda claro que nuestros políticos siguen pensando en quien ofrece más ganará la elección. Se escucharon una gama de propuestas, algunas apegadas a la realidad y otras dejan mucho qué pensar.

Concepto torpe de la democracia

Algunas de las propuestas planteadas es la reducción del IVA del 15 %. Personalmente soy partidario de reducir el IVA también, considero que se recauda más porque la gente aumente su consumo antes que por la tasa impositiva sea más alta, pero en un escenario de reducir ese impuesto se debe considerar los ingresos que compensará lo que se deja de recibir al bajar esta tasa.

El próximo Gobierno

Otra propuesta, que llamó la atención fue el desarrollo de energía nuclear dentro del cambio de la matriz energética que es deseable por todos, pero regresamos, al ¿cómo lo harían? Para ello se requiere mano de obra muy calificada, cambio en las legislaciones pertinentes, identificación del área a instalarse, que sin duda habría rechazo por las comunidades cercanas más por miedo debido a su desconocimiento, imaginemos que eso vaya a consulta de la comunidad y se pierda, cómo queda la imagen del país ante eso, además, de dónde saldría el financiamiento para semejante infraestructura y todo lo que conlleva en servicios e instalaciones conexas. Subir el salario básico, nuevamente, fue otra propuesta.

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IA en el discurso político: ¿innovación o populismo?

El tren bala fue otra anecdótica propuesta planteada, ¿cómo se haría semejante obra de ingeniería? El candidato que lo planteó, ¿tuvo en cuenta la topografía de las ciudades que piensa unir, la inversión que se requiere, las experiencias internacionales muestran dónde se ubican este tipo de transporte, y así más observaciones a la propuesta? Las “propuestas” aquí presentadas son una parte de un amplio baratillo de ofertas que se escucharon, y que deja al ciudadano con muchas incógnitas y menos certezas. Con todo lo escuchado es claro que podríamos vivir en Disneylandia, con el próximo presidente de la República. Es importante que los ciudadanos voten de forma consciente, revisen los planes de trabajo de los candidatos, los analicen y discutan con otros, se planteen interrogantes como ¿cómo lo van hacer y financiar?

Debatir de lo que no se quiere hablar

Todos los candidatos (asumamos) quieren lo mejor para el país y buscan alcanzar los grandes objetivos de la sociedad, que exista crecimiento económico, que disminuya la pobreza, que desaparezcan las desigualdades sociales y desequilibrios regionales, que exista estabilidad política, económica, etc., pero variamos en lo cómo queremos lograr. Pensemos entonces, en ¿cómo vamos a votar? (O)

Jorge Calderón Salazar, analista económico, Guayaquil