Las matemáticas, ese enigma numérico que a menudo infunde temor en los corazones de los estudiantes.

Pero ¿quién dijo que no pueden ser divertidas? La pedagogía en matemáticas es como hacer un delicioso pastel: combinan ingredientes educativos con un toque de creatividad. ¿Mi objetivo? ¡Hacer que mis estudiantes se rían de números y ecuaciones!

Matemática transformada

¿Por qué no convertir la enseñanza de matemáticas en un espectáculo? Imagina a Euclides, Pitágoras y Fibonacci compitiendo en un juego de trivia matemática. Con un poco de humor las matemáticas se convierten en el show más emocionante de la escuela.

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Siempre he creído que la música y las matemáticas están íntimamente relacionadas. Así que, ¿por qué no fusionarlas en el aula? Puedes enseñar fracciones con canciones pegajosas y crear ritmos con ecuaciones. Los estudiantes no solo aprenderán, sino que también tararearán ecuaciones en sus sueños. ¡¿Quién dice que las matemáticas no son rock and roll?!

¿Mi objetivo? ¡Hacer que mis estudiantes se rían de números y ecuaciones!

Imagina el asombro en los ojos de tus estudiantes cuando, con una simple baraja de cartas, demuestres conceptos matemáticos como probabilidades y estadísticas. La magia matemática es una forma divertida de enseñar y, al mismo tiempo, mantener a tus alumnos perplejos y entretenidos.

Las matemáticas y la cocina son dos disciplinas aparentemente opuestas. Sin embargo, ¡mezclarlas puede ser delicioso! Aprender sobre fracciones mientras cocinan brownies o explorar la geometría al cortar pizza en porciones iguales.

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Finalmente, ¿quién dijo que los matemáticos no pueden ser superhéroes? Convierte a los grandes matemáticos en héroes de cómic y explora sus hazañas matemáticas en clase. ¿Superpitágoras salvando el mundo de los triángulos desiguales? ¡Eso seguramente despertará el interés de tus estudiantes! (O)

Roberto Camana-Fiallos, docente investigador, Ambato