En pleno siglo XXI, el de la era informática, de la globalización y de las soluciones mágicas con la inteligencia artificial, que todo problema lo resuelve, los propietarios sindicalistas del IESS y el Biess no pueden resolver ni dejan resolver los múltiples problemas que aquejan a las dos instituciones y están propiciando como quintacolumnistas su constante deterioro, porque ni siquiera medicinas, audífonos, lentes ni prótesis dan a los jóvenes ni ancianos afiliados, que cada día salen con carteles a protestar en calles y plazas.
IESS, Biess y los servidores públicos
Ahora se les ha ocurrido echarles la culpa a los afiliados de la tercera edad y con enfermedades catastróficas de ser los autores de “lavado de activos” y fraudes a millares surgir, y por ello las dos instituciones están sin recursos para atender a los afiliados y cada día pierden credibilidad; pero eso sí, cada día presionan para aumentar exponencialmente la nómina de empleados y trabajadores con familiares cercanos y miembros de los partidos y movimientos políticos que ganan las elecciones cada dos o tres años, festinando las arcas del Estado y sin ninguna sanción para sus autores.
Para desbloquear el grillete de impedimento de hacer modestas “novaciones”, a los ilustrados empleados y trabajadores privilegiados con jugosos salarios y beneficios a millares surgir a través de los contratos colectivos que firman cada cierto tiempo, se deben llenar extensos formularios escritos con tipo minúsculo e ilegible, que ni un politécnico de primera línea puede descifrar; de lo contrario, irán con sus huesos a la cárcel por decisión de sus impertérritos jueces, fiscales y fiscalizadores de la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE).
Publicidad
En mi caso particular, con una esposa con enfermedad cancerígena y terminal, y que debe cubrir los costosos medicamentos que no le proporcionan ni el IESS ni Solca, con quienes tiene cobertura, estoy impedido de hacer una miserable “novación” desde hace seis meses, acorde a mi precaria jubilación, y tengo que soportar, hasta la locura, de la aterradora campaña de llamadas de pago por parte de mis acreedores y amenazas de insolvencia provenientes de acreedores de tarjetas bancarias y de comercio adquiridas sin pretensiones de excontralor millonario por sobornos, o directivo de primer nivel del sector público.
Así me tiene el IESS sin proporcionarme medicinas, que ahora las debo comprar, por eso ya no concurro a las consultas aprobadas con cuatro meses de anticipación, para que los médicos de prestigio se laven las manos, me vayan a dejar ciego o inválido, salvo contadas excepciones, y actúen en correspondencia con las enfermedades de la tercera edad; y por otro lado, el Biess que me considera “lavador de activos” sin pruebas, por dizque no presentarles certificados de honorabilidad que confirmen mi probada honestidad.
Ecuador: con el agua hasta el cuello
Ojalá que los actuales directivos del IESS y el Biess no se dejen impresionar por los sindicalistas-propietarios de las dos instituciones, y el presidente Noboa incluya en su plan de trabajo que se otorgue la libreta bancaria a los afiliados al IESS-Biess, como la que proporciona la banca comercial en todo país civilizado y no martirizado, y así conocer el manejo correcto de nuestros fondos ahorrados en más de 40 años de labores de manera honesta. Y para que no se aprovechen de los “apagones”, los privilegiados sindicalistas en la mayoría de las instituciones públicas y del Tribunal Supremo Electoral, prorrogándose en sus funciones, gozando del esfuerzo de los trabajadores –públicos y privados– en esta crisis energética que nos agobia por igual, a afiliados y no afiliados. (O)
Publicidad
Francisco Medina Manrique, periodista, Guayaquil