Considero que la Bahía ha existido desde la época de la colonia. En 1944 los comerciantes comenzaron a agruparse cerca al Palacio Municipal, hasta que en 1968 el propio municipio los reubicó en la calle Villamil, y así nace la Bahía.

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En 1979 la calle Villamil aún tenía tránsito vehicular, pero la calle General Franco estaba cerrada por comerciantes y los moradores presionaban para que los desalojen. Solo había un centro comercial, no estaba el Malecón 2000, el Hotel Humboldt aún funcionaba como tal y el ambiente era bueno porque teníamos un joven presidente después de casi una década de dictaduras.

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Una asociación de comerciantes me contrató para que diseñe y construya “para ayer” un centro comercial en la calle General Franco, cuando no existían las computadoras, los planos se dibujaban con rapidógrafos en papel calco, los escritos se ‘pasaban a limpio’ en máquinas de escribir, se corregía con liquid paper, no había impresoras, solo copiadoras, las calculadoras eran de bolsillo, etc. Aun así, hicimos un bonito proyecto con 102 locales de dos plantas, estructura de acero, 240 pares telefónicos (no existían los celulares), acometida en alta tensión con banco de transformadores, servicios higiénicos, sistemas de renovación de aire, etc. Cumplidos todos los requisitos, el Municipio de Guayaquil nos otorgó el permiso de construcción.

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También pasaron cosas raras. El alcalde de Guayaquil fue destituido acusado de corrupción; el presidente de la República murió con su esposa en un accidente aéreo y a nosotros nos revocaron el permiso de construcción y clausuraron la obra casi terminada; después la entregamos a satisfacción.

En 1996 el Municipio creó el sector de la Bahía y lo limitó por las calles Colón, Chimborazo, Capitán Nájera y Malecón, luego se consideró que esta debía crecer como la ciudad, ampliándola. (O)

Carlos Hernández Bravo, ingeniero civil, Samborondón