Nos queda solamente una alternativa: pasear sí o sí. La señora y los niños se sienten obligados a salir de casa, siguiendo la corriente del resto de la familia, la cuestión es salir a donde sea y como sea dependiendo del factor económico, punto referente de mucha, poca o nada diversión. Hacer turismo es parte de la diversión humana, aunque las acepciones lo definan con otra etimología: actividad de viajar, de manera voluntaria y temporal, a otro lugar para satisfacer necesidades, ya sea por ocio, cultura, negocios o interés social. En nuestro país deben agregarse, para que una parte de la población subsane en parte, las pérdidas a los propietarios que ubicaron sus locales en zonas o lugares que por su belleza paisajística natural y amabilidad de sus pobladores se han especializado en turismo receptivo, y que por la inseguridad y la crisis energética han visto restringidas sus ganancias. Hay un factor importante que omiten mencionar, la falta de disponibilidad monetaria, motivo por el cual no han logrado alcanzar los índices de afluencia de viajeros.

El verdadero efecto del IVA

Resulta muy fácil y se torna hasta risible que se decrete un largo feriado, destinándose dos días plenamente laborables, entiéndase 48 horas de inactividad laboral, como lo son el 2 y 3 de enero, hoy utilizado para construir un puente de ocio en una población pauperizada cuando los empresarios de las diferentes ramas de la economía se pronuncian por un incremento de entre 3 y 4 dólares al salario mínimo vital. Conociéndose que el valor de la canasta básica es de $ 789,57.

El incentivo de disminuir en lugares turísticos el impuesto del IVA lo han pasado como algo insustancial, pero sí es de anotar que son medidas inconstitucionales, contra toda clase de derechos de igualdad ante la ley, como proclama o reza el artículo 10: “Las personas, comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos son titulares y gozarán de los derechos garantizados en la Constitución y en los instrumentos internacionales” y el artículo 11, numeral 2: “Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades”. En resumen, nadie puede ser discriminado.

Publicidad

¡Ponga los pies en el suelo, señor alcalde!

Con esta brevísima descripción de dos artículos de nuestra Carta Magna, deseo puntualizar que la rebaja del IVA debe ser para todos los ecuatorianos en todo el país, lo de hacer o no hacer turismo resulta secundario, además está en potestad del Gobierno de exonerarles pagos de intereses, multas de deudas bancarias e inclusive concederles préstamos a largo plazos y toda clase de estímulos que consideren procedentes y no endosarle al pueblo la revitalización de una industria sin chimenea como lo es el turismo, pero eso de dedicarles días de actividades productivas en otras industrias, comercio y servicios podría acarrear un elevado costo en pérdidas. (O)

César Antonio Jijón Sánchez, técnico de mantenimiento, Daule