A mi Guayaquil de mis amores y encantos, y a mi Ecuador de bellos paisajes, les deseo un venturoso año 2025, lleno de los mejores parabienes.
Señor Jesús te pido nos des un nuevo mejor periodo transitivo con un nuevo reinado de amor, respeto y seguridad, que llegue junto con la incondicional, pacífica e infalible paz, armonía, comprensión y lealtad.
Señor Jesús, por favor, danos un reinado de paz acompañado de buenas personas (religiosos, pastores o predicadores), ángeles terrenales, guardianes, escuderos y consejeros que transmiten tu soberanía, tu sabiduría, fortaleza y protección.
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Señor Jesús, vuelve a nuestra sociedad una embajada, una atalaya, una torre, ejemplar de tu verdadero evangelio para tu gloria y bendición de la humanidad.
Señor Jesús, convierte a todos los humanos, a todos los peones que formaste a tu imagen y semejanza, soldados dignos de tu misericordia, santidad y salvación para tu honra y poder.
Señor Jesús, en este nuevo año 2025 bendice a Guayaquil, Guayas y a todo el Ecuador entero con los frutos verdaderos del amor; guíanos, protégenos y apártanos de todo mal carnal y espiritual.
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Señor Jesús, escoge y revela tu conocimiento a quien nos ha de gobernar y a todos los asambleístas. Convierte a nuestro Ecuador en un país lleno de trabajo y producción, elimina toda pobreza, toda ignorancia, todo acecho maligno y vuélvenos tu prado escogido, renueva nuestros horizontes.
Señor Jesús, por favor, dale un jaque mate a la corrupción, a la inseguridad, al desempleo, a la inestabilidad social, a las pestes y enfermedades; y sobre todo a la delincuencia que atenta a nuestra sociedad ecuatoriana, para que esta pueda gritar al unísono: ‘¡Viva nuestro Rey Jesús!’. Hágase tu voluntad sobre nosotros acorde con tu miramiento, compasión y piedad.
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Quisiera expresar particularmente un cálido y sólido abrazo a la comunidad de lectores de la prensa escrita. ¡Viva la libertad de opinión! Y feliz año nuevo. (O)
Alfredo Ernesto González, ingeniero civil, Guayaquil
