Su legado no lo cuantifica la generación joven. Sin embargo, lo pueden deducir al reflexionar, porque la vía principal de Guayaquil que divide la ciudad con su eje en dirección este a oeste se denomina Juan Gómez Rendón, nombre del profesor que fue su guía en lo que representa el ejemplo de pedagogía en la educación en valores, y plasmar su ideal. En consecuencia instituyó el colegio Academia Militar Juan Gómez Rendón, que en 12 años las devaluaciones que alcanzaron el dos mil por ciento, desde 1987 a 1999, dieron el paso al dólar y prácticamente disolver la institución, de la cual nos queda el sentimiento del valor de la patria, que se refleja en el Himno a la bandera, que proclama:

“Nos guía la justicia y el derecho, marchemos al encuentro de la historia, morir con libertad, morir con gloria será nuestro ideal, patria inmortal. Levantemos con fe la bandera, de importancia y estirpe de honor; es la sangre de nuestra frontera (...). Hoy te juro, sagrada bandera, defenderte en la faz de la tierra, en la paz y en la unísona guerra defenderte hasta airoso morir. Y tú misma serás fortaleza, y sabremos romper las cadenas, pues sentimos correr por las venas, la justicia, la sangre y el honor”.

En resumen, este himno demuestra el sentimiento de patria, que las ideologías socialistas de ciertos partidos políticos transgreden. Que queda expuesto hasta en el himno nacional cuando de opresión se trata. En una de las estrofas se pronuncia: “Y si nuevas cadenas prepara la injusticia de bárbara suerte, gran Pichincha, prevén tú la muerte de la patria y sus hijos al fin”.

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Este homenaje que sirva de motivación para las nuevas generaciones, que por la falta de educación han devaluado los valores, y no sigan el ejemplo catastrófico de una asambleísta que en el pleno recomendó a sus colegas que “roben, pero roben bien”. (O)

Salvador Loffredo Autheman, ingeniero civil, Guayaquil