El lobo sin ser el rey de la selva siempre fue indomable, no sirvió para circo, mientras que el rey de la selva se dejó someter. Los grandes y verdaderos líderes siempre tomaron sus propias decisiones y fueron ejemplo para la humanidad, algunos trascendieron al mundo del espíritu y la sabiduría como Siddharta Gautama, Jesús, Confucio, Sócrates, Nelson Mandela, Martin Luther King, etc.
La multitud se dejó sorprender por Hitler y Mussolini, las consecuencias fueron millones de muertes sin ningún sentido.
San Pablo, el apóstol, decía que aquello que vemos no procede de lo material, todo viene de una energía uniforme e infinita, ya decían los Vedas hace miles de años que “Dios duerme en los minerales, respira en las plantas, vuela en las aves, camina en los animales y piensa y ama a través de los hombres”; una vez que pierdes la fortaleza del espíritu “invisible” y te dejas llevar por el ego, “visible”, pierdes la esencia y solo buscarás saciar tus necesidades básicas y no luchar por lo más noble, ser tú mismo y tu libertad.
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Cuando no te educas y no aprendes a pensar por ti mismo te conviertes en un miembro más de la manada y lo más seguro es que te podrían guiar al despeñadero, a la manada; Gandhi la llama el paraíso del tímido y siempre terminarás insatisfecho.
Recuerdo cuando me decidí a estudiar medicina, todos me decían que era difícil, largo y costoso, pues me decidí y aquí estoy feliz y libre, jamás trabajé para nadie, ni para el Estado ni para el patrón y vivo en paz y feliz con lo que tengo y lo que he hecho, y dejé atrás lo que me aconsejaban los especialistas en pobreza, si sigues a la manada terminarás en lo mismo que vas dejando atrás. Recuerda siempre que lo visible siempre viene de lo invisible y en tus planes jamás te olvides de Dios. (O)
Hugo Alexander Cajas Salvatierra, médico y comunicador social, Milagro