Por innumerables ocasiones, he recurrido a la Defensoría del Pueblo con quejas y denuncias por el ningún control del tránsito en todas las calles de Portoviejo. Una cooperativa de buses transita por el centro de la ciudad, provocando que proliferen los miniterminales y mercadillos, aunque por la Ley de Tránsito la cooperativa, que es intercantonal, está prohibida del servicio urbano de pasajeros. Además, circulando por la calle América y girando a la izquierda causan congestionamientos de tránsito, permanentemente.

Durante el feriado de carnaval, permanentemente excedieron los límites de velocidad sobre las calles César Chávez y América, irrespetando todas las señales de tránsito, incluidos semáforos y vías preferenciales. Abusan de sus cornetas y frenos de aire en contra de la ciudadanía que vive aledaña a esas dos calles.

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Por otro lado, las cooperativas de transporte urbano de pasajeros Ciudad del Valle, Portoviejo, Picoazá y Negrital irrespetan todas las señales de tránsito. Ninguna obedece el disco pare y todas exceden los límites de velocidad. Abusando del volumen de sus unidades, se cambian de carril, no respetan semáforos y bloquean las bocacalles.

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Las motos además de violar todas las normas de tránsito afectan a toda la ciudadanía por el exceso de ruido, al haber modificado los silenciadores y escapes. En la calle César Chávez, el cruce con la Olmedo, Ricaurte y Chile, hay accidentes casi a diario; de ello han sido testigos personeros de la Defensoría del Pueblo, los que aducen que no tienen poder coercitivo para exigir que Portovial controle el tránsito, haga respetar la ley e imponga las sanciones cuando la situación amerite.

Capítulo aparte deben ser considerados los tricicleros, quienes igualmente irrespetan todas las señales de tránsito, desafiando a la gran masa de vehículos motorizados, al transitar por vías de mayor velocidad, bloqueando y caotizando el tránsito. (O)

Carlos Bernal Lange, ingeniero civil, Portoviejo