Ecuador es uno de los pocos países del mundo, desde mi punto de vista, donde los adultos mayores somos maltratados por el Estado y por la seguridad social. Antes existía la Ley de Anciano, pero en el 2019 se expidió la Ley Orgánica de las Personas Adultas Mayores supuestamente para proteger a las personas mayores de 65 años de edad.

La Organización Mundial de la Salud fue mucho más elegante y nos clasifica como adultos mayores o ancianos jóvenes, a las personas desde los 60 a 74 años, donde todavía estoy; ancianos, de 75 a 90 años; y anciano longevo, a partir de los 90 años.

Publicidad

Nuevos canales para agendar citas médicas en el sistema actual del IESS desde septiembre

Sin embargo, este Gobierno no honra a las personas mayores. Parece que le molesta que nos veamos bien y por eso quieren sacrificar el sistema de pensiones, aumentar la edad de la jubilación y otros beneficios de los adultos mayores. Hay que ser extremadamente perversos para atacar los derechos de los viejos.

La derivación de citas médicas del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social a clínicas privadas también es un desastre. Lo puedo asegurar porque lo viví a pesar de que nunca antes había sido paciente del IESS ni en consulta externa. En mi caso necesitaba una limpieza visual llamada yag láser luego que me operé la vista con médicos privados y me pusieron lentes intraoculares. A pesar de que el yag láser dura pocos minutos, el IESS se demoró 7 meses en atender mi pedido.

Publicidad

‘El IESS no receta en papelitos, algunos médicos prescribían medicamentos fuera del cuadro básico por algún otro tipo de problema’: Francisco Mora, director general del Seguro de Salud del IESS

¿No les da vergüenza que tengamos que esperar siete meses o más para recibir atención, después de que les entregamos más de 300 meses de aportaciones? (O)

Carlos Hernández Bravo, ingeniero civil, Guayaquil