El crecimiento económico es el primer objetivo en esta materia que se plantea cualquier autoridad sin importar el país, el modelo económico, las ideas, su estructura político o social, entre otros aspectos; porque de este se deriva todo lo que se logre en beneficio de una sociedad.
Este crecimiento permitiría la mejoría o expansión de la disponibilidad de recursos, que involucra a su vez la adecuación del tamaño y estructura de la población; modernización y ampliación de la capacidad instalada de producción; y exploración de las reservas naturales existentes en el espacio geoeconómico, bajo la condición de preservación del ambiente. Además, el crecimiento económico permite la implantación de una infraestructura adecuada, que apoye la utilización intensa y eficaz de los recursos humanos, naturales y de capital disponible; y la adecuación de las economías interna y externa al proceso de acumulación que se dará.
Sin duda, la diferencia será cómo se logre ese crecimiento (con un modelo liberal, con un modelo centralizado, mixto tal vez), la historia nos muestra que los modelos que se soportan en la apertura de la economía son los que mejores resultados tienen, pues coadyuva de mejorar manera a la obtención del segundo objetivo y es que los beneficios del crecimiento económico se distribuyan adecuadamente, logrando reducir las desigualdades regionales y mejorar la estructura de reparto de los ingresos y de la riqueza entre las personas y grupos sociales. Por supuesto, si se quiere alcanzar el tercer objetivo de la economía que es garantizar la estabilidad del proceso económico, que se reflejará en empleos garantizados para la población económicamente activa , la estabilidad de precios y en un equilibrio en las transacciones económicas con el exterior que contempla; a su vez, un equilibrio en las transacciones actuales (balanza comercial y de servicios), un equilibrio en la balanza de pagos en su totalidad, y mantener un saldo adecuado en las reservas de divisas, más aún si estamos dolarizados.
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Ahora bien, ¿con lo que sucede en el país (inseguridad, apagones, caída del consumo y de las ventas, etc.) la economía logrará crecer? Recordemos que a finales del 2023 se proyectaba la economía crezca apenas 0,8 % para el 2024, esto sin el agravamiento de la inseguridad, los apagones de febrero–abril y el segundo momento que lo vivimos actualmente, sin la paulatina reducción de la producción del ITT (pues si bien se esperaba un cierre definitivo, el Gobierno dilata ese cierre a cinco años, ya que se dio cuenta de lo perjudicial de esta decisión), el incremento del IVA del 12 % al 15 %, afectación en algunas zonas agrícolas–ganaderas por la falta de lluvia, incertidumbre propia de periodos de elecciones presidenciales, entre otras situaciones que acontecen al país. Las proyecciones oficiales varían entre 0,3 % a 1 %, al parecer algo optimista; de continuar los eventos actuales es probable que el crecimiento sea nulo o incluso negativo, personalmente proyecto una contracción de la economía en el orden del 0,2 % a 0,35 %, trayendo consigo una economía nacional que no mejora las condiciones de vida de la población en su conjunto. ¿Qué se puede hacer? (O)
Jorge Calderón Salazar, analista económico, Guayaquil