En 2021, el cabo Santiago Olmedo defendió a un menor de un robo armado, causando la muerte de dos delincuentes. Fue condenado a 13 años por “extralimitación de la fuerza” y ahora espera que su sentencia sea anulada hoy, 9 de enero.
Resulta inevitable cuestionarse si el Estado busca dar un mensaje a favor de la delincuencia o la seguridad ciudadana, porque un policía que usa armas de fuego no está extralimitando sus funciones si lo que pretende es proteger a un civil. El jurista Álvaro D’Ors afirmaba que para el Estado es fundamental el uso de las armas, porque las considera una prolongación y suplemento de nuestras manos. La fuerza que ejerce está respaldada por el orden que quiere mantener.
En el caso de que Olmedo resulte condenado, los policías dejarán de involucrarse en situaciones de inseguridad que los envuelvan en problemas legales. ¡Lo último que necesitamos es quedarnos sin defensas! (O)
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Ivonne Dalila Mieles Mendoza, Guayaquil