La actriz Blake Lively demandó a su director y coprotagonista de la película It Ends with Us, Justin Baldoni, por acoso sexual y angustia emocional. A lo largo de la promoción de la película, comenzaron a circular rumores en redes sociales sobre disputas internas entre los actores, especialmente debido a la falta de interacción en redes sociales y comentarios inapropiados de Baldoni.

Educar en el respeto

Posteriormente, Blake Lively presentó pruebas de que Baldoni hizo comentarios sobre su peso, su vida sexual, su antifeminismo y su padre fallecido. También reclamó que no se incluyeran más escenas de sexo fuera del guion aprobado y que él dejara de entrar a su camerino sin su consentimiento. Después de esto, la actriz afirmó y expuso pruebas en su demanda de que el actor comenzó a crear campañas de difamación negativas en su contra, dejándola a ella como la mala y la mentirosa, mediante videos manipulados y noticias con información falsa.

A pesar de la evidencia, algunos defendieron a Baldoni y atacaron a Lively, tachándola de mentirosa. Tras la demanda, Baldoni fue despedido de su agencia, y figuras como Colleen Hoover, autora del libro It Ends with Us, y las actrices Gwyneth Paltrow, América Ferrera, Amy Schumer y Paul Feig expresaron su apoyo a Lively.

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Un cambio necesario

Este caso es solo uno de muchos en Hollywood que, lamentablemente, han sido ignorados o minimizados debido a la falta de visibilidad, el abuso de poder, el miedo o la falta de pruebas suficientes para una denuncia. A pesar de que Blake Lively presenta 80 hojas de evidencia, sigue enfrentando incredulidad, lo que demuestra cómo el acoso sexual en Hollywood está profundamente normalizado. Incluso cuando existen movimientos sociales como el #MeToo que busca que las víctimas de abuso sexual sean escuchadas, la propia industria, en ocasiones, se burla de estos abusos, haciendo chistes y comentarios insensibles sobre un tema tan grave.

Como sociedad debemos dar visibilidad a estos casos y proteger a las verdaderas víctimas. Solo así podremos transformar esta industria que ha perpetuado el abuso durante años, promoviendo y garantizando un espacio seguro, libre de acosos y manipulaciones por parte de figuras poderosas. Es hora de que las víctimas sean escuchadas y que la cultura del silencio en Hollywood llegue a su fin. (O)

Valery Arleth Flores Casahualpa, Quito