Durán viene esperando muchos años, por la imperiosa necesidad de tener un museo ferroviario, desde su época de parroquialización, por ser denominada “Capital ferroviaria del Ecuador”. Es decir, Durán tiene muchas personas que trabajaron en los ferrocarriles, quienes podrían contar muchas vivencias sobre el ferrocarril en el país, además de que existe la posibilidad de que hayan guardado algunos objetos que son tesoros y deben estar en un museo. Estas reliquias nos hacen recordar a través del tiempo y espacio la historia del ferrocarril, por lo que deben estar expuestas en los museos. Cada una de estas piezas esconde su historia, con marcas del tiempo pasado. Por lo tanto, un museo es un medio de dar nueva vida a los artículos, siendo una excelente manera de dar a conocer, a los niños, jóvenes e incluso adultos, sobre los pueblos, comunas y ciudades, desconocidos en la historia.
Memorias del ferrocarril se viven en Durán
Por otra parte, algunos gestores culturales de Durán, presentaron planificaciones, a las autoridades del GAD municipal, sin tener éxito. Hay que destacar que hay gestores idealistas, que siguen coleccionando objetos de valor patrimonial e históricos a familiares con descendencias ferroviarias. En la actualidad, en Durán, siempre se están presentando pequeños museos itinerantes para recordar a la ciudadanía la historia e importancia del ferrocarril. Precisamente fui invitado a una exposición que duró desde el 5 hasta el 10 de febrero en la biblioteca municipal de Durán Rosa Pazmiño de Guevara por el ingeniero René Paredes González, Fernando Freire Manzano y Hugo Alcócer, verdaderos conocedores y poseedores de piezas del ferrocarril, que fueron expuestos al público, especialmente a niños de las escuelas. Me impresionaron algunas reliquias de mucho valor económico e histórico, como el libro Geografía y Geología de Teodoro Wolf de 1892. Además, pitos de locomotoras, cápsulas de teléfonos, varetas aceitadoras, uniformes, gorros, decenas de fotos de antaño, y demás objetos que mostraban cómo operaba el ferrocarril en el pasado y cómo era su gente.
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Es necesario el apoyo de la ciudadanía duraneña, a la familia ferroviaria, para la creación de un museo, y de la misma forma a las autoridades del cantón, junto con el actual presidente Noboa. Hay que respaldar y demostrar lo que fue en el pasado la identidad ferroviaria. (O)
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Robespierre Rivas Ronquillo, periodista, Guayaquil