En mi larga experiencia laboral aquí en Ecuador y en el exterior, me cuesta asimilar que haya aún cortes de energía eléctrica, ya vamos hacia tres meses de este calvario, en ningún país que he estado he sentido lo que son cortes de energía eléctrica y de agua, que ahora ha menguado.
Estos cortes suceden porque alrededor del 80 % de la energía del Ecuador es generada por hidroeléctricas, es sorprendente que el gobierno que creó algunas de estas incluso dijo que se llegaría a exportar dicha energía.
Ahora, el actual presidente está obligado a resolver esta crisis, pero para esto es necesario que no ponga a funcionarios que desconocen del tema a dar discursos banales, de que el país estará en tinieblas de ocho a diez horas, lo cual no debería ser posible porque las plantas generadoras son además térmicas, este es el caso de Guayaquil, que por oscuras decisiones no le han dado el mantenimiento que sí tenía una planta térmica que era de la empresa eléctrica del Ecuador.
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Por lo que veo pareciera que al Gobierno no le importa solucionar este problema, lo cual le costará el próximo año en época de elecciones.
Poner fin a la crisis energética
El Gobierno debe importar plantas terrestres, que las traiga en aviones grandes, o que contrate más barcazas, pero qué solucione este calvario. ¿Acaso no puede utilizar decretos de emergencia para solventar esta crisis?
La falta de acción del mandatario aparte del daño a los ecuatorianos, le costará muy caro en febrero del 2025; aún tiene poco tiempo para que se despierte, quizás 2 o 3 semanas. Digo esto porque es necesario que el Gobierno, demás autoridades y ecuatorianos comprendamos que la compra de energía a una empresa privada de Colombia no puede ser la solución final. (O)
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Vicente Augusto Escala Ronquillo, economista, Guayaquil