Hemos leído peticiones de padres de estudiantes del Conservatorio Nacional de Música Antonio Neumane de Guayaquil, y de personas historiadoras, a las autoridades, ya sea del Gobierno nacional, el presidente, el vicepresidente, de la República, la ministra de Educación, funcionarios públicos, que lo rehabiliten como lo que siempre fue un centro de alta cultura en la formación musical, no en un simple colegio que ya no tiene edificio digno ni amplios salones adecuados, donde los estudiantes no tengan que estar apretados topándose con los instrumentos de sus otros compañeros.
Es una vergüenza que el Conservatorio Neumane, su edificio, esté abandonado porque está destruido, y los estudiantes reciban clases en otros sitios, como dijo un lector en una carta, en galpones, o en cuartos donde deben sacar las trompetas por las ventanas cuando están practicando con el instrumento porque no hay espacios; damos un pequeño botón de esto, porque el problema es más grande, no hay buen pénsum, no hay enseñanza de todos los instrumentos musicales, no hay recursos económicos; está a la deriva ante la vista y paciencia de las autoridades de la educación y la cultura.
Otra institución importantísima, que la vamos a perder, es el Archivo Histórico del Guayas, leímos recién en estas páginas que lo embargaron. No podemos permitirlo los ecuatorianos. Dinero hay, suficiente, para hacer elecciones, campañas electorales, partidos políticos y candidatos; pero nada para la cultura, la educación, la investigación, la historia, porque no les importa que el pueblo sea culto, educado, conozca su pasado, sepa elegir. (O)
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Eduardo Reyes Reyes, Guayaquil