Ante la proliferación evidente de candidaturas a la Presidencia, que resultan ser un verdadero insulto a nuestra inteligencia, urge exigir se reforme el Código de la Democracia, convertido en la alcahuetería de politiqueros que lo único que persiguen es alimentar su vanidad y ego, pues queda demostrado que la tan repetida “unidad”, que tanto pregonan queda en segundo plano, ninguno de ellos está dispuesto a declinar.
Es inadmisible que en la actual situación de crisis económica por la que atraviesa la gente del pueblo ecuatoriano con la falta de medicina en los hospitales, desempleo, desnutrición, hambre y miseria, que los recursos del Ecuador se destinen para financiar campañas de unos cuantos advenedizos politiqueros, a los que un bledo les importa el bienestar del pueblo.
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Primarias: sin alianzas, ni favoritos
Si tanto es el “amor y patriotismo” que dicen sentir, deberían meterse la mano al bolsillo y solventar los gastos de sus campañas.
La improvisación termina pasando factura a la población, la misma que hoy se encuentra en total indefensión y sin recursos. (O)
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Gelacio Mora Mora, Guayaquil