La coyuntura actual de amistad entre los Estados Unidos de América y nuestro presidente Daniel Noboa Azín traerá una serie de beneficios potenciales en múltiples sectores económicos del país. No obstante, en este artículo, me referiré en lo que me compete: el sector agropecuario.
Si las gestiones para lograr beneficios tangibles son manejadas correctamente identificando nuestras necesidades de forma puntual, teniendo siempre en mente que es importante presentar un proyecto bien estructurado, alineado con los objetivos de desarrollo sostenible y que demuestre la calidad técnica, así como la importancia económica y el impacto social positivo para el Ecuador, aumentarán las posibilidades de recibir apoyo.
Dicho esto, quiero esbozar las diversas oportunidades para el sector agrícola de Ecuador, enfatizando que uno de los proyectos requeridos son la reducción de las altas barreras arancelarias que nos conlleve a la apertura de nuestros nuevos productos de exportación por ser EE. UU. uno de los mayores importadores de productos agrícolas. En efecto, una relación favorable le permitiría a nuestro país ampliar su oferta de productos agrícolas en los mercados estadounidenses, incluyendo frutas exóticas, flores y otros productos no tradicionales, lo cual redundaría en el mejoramiento económico del país y en especial la economía de nuestros agricultores, lo cual es una necesidad urgente.
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Apoyo a la agricultura en EE. UU.
Por otro lado, sería muy oportuno solicitar apoyo económico y técnico para ampliar la instalación de sistemas modernos de riego a nuestros pequeños campesinos y agricultores y, paralelamente, ayuda para modernizar nuestra secretaría del agua para preocuparnos responsablemente por el manejo y administración de nuestros recursos hidráulicos sobre y debajo de la tierra, de la calidad del agua y de su correcta administración; adicionalmente, como existen tantas obras de infraestructura hidroagrícolas en franco deterioro, una ayuda externa sería una bendición.
Para solicitar ayuda al sector agrícola de Ecuador por parte de Estados Unidos, el presidente puede considerar varias organizaciones y programas de ayuda, y una de las más importantes es la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, porque ellos ofrecen programas específicos para el desarrollo agrícola y el apoyo a pequeños agricultores.
En lo relacionado con la ciencia y la tecnología, podemos lograr un significativo e importante salto tecnológico gestionando inmediatamente un convenio de asistencia técnica y transferencia de tecnología a favor de nuestro instituto de investigaciones agropecuarias con varias universidades estadounidenses reconocidas y así ingresar al nuevo mundo de la biotecnología aplicada, y mediante esta nueva tecnología, obtener nuevas variedades de cultivos con mayor rendimiento por unidad de área sembrada, con mayor contenido nutritivo y altamente resistentes a tantas plagas y enfermedades que tienen al borde de la quiebra a la mayoría de nuestros agricultores y campesinos.
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Finalmente, el Ecuador puede convertirse en un país atractivo a las inversiones donde empresas estadounidenses puedan invertir en infraestructura agrícola y, juntamente con el Ministerio de Agricultura y Ganadería, implementar programas de entrenamiento y capacitación a favor del campesino para las transferencias de tecnologías avanzadas y así mejorar la producción y eficiencia de nuestro agro.
En resumen, una relación sólida puede potenciar el crecimiento mayor del sector agrícola, generando mayores beneficios económicos y sociales para Ecuador. (O)
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Pedro Álava González, ingeniero agrónomo, Sunrise, Florida, EE. UU.