¿De qué vale la distancia que se interpone entre las circunstancias de cada persona y el sentido dramático en el que se las encasilla? De nada. Además, se construyen barreras sociales y absurdas entre hermanos, familiares, amigos y demás personas, que nos distancian de la honradez como seres humanos.
Me duelen en el corazón esas actitudes egoístas, ingenuas y cobardes que nos parapetan ante esa valiente sinceridad que deberíamos llevar por bandera con el orgullo de seres civilizados. (O)
Jesús Sánchez-Ajofrín Reverte, Albacete, España