El 9 de enero de 2021 en la sección Comunidad (Delitos que no paran) de Diario EL UNIVERSO se publicó la noticia titulada: ‘Adulto mayor falleció tras caer de uno de los bloques de Sauces 4, en el norte’.
En el contenido de la noticia narra la periodista que el “adulto mayor” —mi hermano Iván Caicedo Suárez— probablemente se había lanzado desde la terraza de su hogar o, probablemente, resbaló. Y complementa la noticia con datos inexactos sin contrastar, como por ejemplo: “... padecía una enfermedad catastrófica”, “... los moradores agregaron que meses atrás habría intentado lanzarse del balcón”, “otros aseguraron que les regalaban comida a él y a su madre (...) de 90 años que desde su ventana pedía ayuda a gritos”.
Como comunicador social desde hace 36 años yo afirmo que las aseveraciones antes expuestas entre comillas se las endilga como hechos probables por “vecinos” sin contrastar la noticia, sin citar los nombres de los supuestos testigos, solo se los denomina “los vecinos”, como si fueran todos.
Exponer o citar testimonios no seguros, de la vida de una persona y colocarlos como parte de una noticia, es poco profesional. Incluso en el cierre —o final— de la crónica, compara este hecho con otro de “diciembre pasado donde un ciudadano y varios policías lograron evitar que —una persona llamada peyorativamente— un sujeto se lance desde un paso peatonal elevado”. No se puede enlazar esto como referencia de una muerte sobre la que la Policía presume e investiga sus causas. Mi hermano tenía 70 años, era profesor de inglés, vivió parte de su vida en México, leía mucho y dejó de trabajar por su edad avanzada y porque enfermó con achaques propios de su edad. Tenía problemas económicos junto con su progenitora, y sus hermanos políticos y sobrinos mayores siempre los ayudamos, hasta el fin de sus días; igualmente los apoyaban la familia de su mamá, quienes contrataron servicios de comidas preparadas de una vecina del condominio, que les proveía sus alimentos los siete días de la semana. Siempre tuvo a tiempo sus medicinas, incluyendo las de su mamá, y cada vez que se ofrecía, se lo llevaba al médico. Iván Caicedo Suárez fue un hombre que no le hizo daño a nadie, y su familia de parte paterna y materna cubrió sus necesidades siempre; además, fue una promesa espiritual que le hicimos a nuestro amado padre Vicente Caicedo Cruz, jubilado de Diario EL UNIVERSO, quien falleció en el 2017; yo también laboré temporalmente en este medio años atrás. (O)
Gabriel Caicedo Antepara, periodista, Guayaquil
Nota de la Redacción:
Acogemos su observación. (I)