En las exportaciones de banano nuestros competidores siguen avanzando. Guatemala gana terreno en el mercado estadounidense, México lo hace en el mercado japonés, y Vietnam en el mercado chino.

El principal destino del banano ecuatoriano es la Unión Europea (UE), pero ni siquiera el acuerdo comercial significa una garantía para las exportaciones bananeras hacia ese destino. La UE no es el mercado que más paga, exige certificaciones, pide que se disminuya el uso de plaguicidas, lo cual pone en riesgo las plantaciones dejándolas expuestas a enfermedades como la sigatoka negra y fusarium R4T, pero a la vez exige un producto de la mejor calidad y barato.

Entonces, ¿qué estamos haciendo? Por un lado, promover una agenda de competitividad con todos los actores de la cadena de valor bananera. Y por otro, diversificar los destinos de las exportaciones y fortalecer mercados donde podamos ganar más espacio. Esta estrategia de diversificación da resultados; sin embargo, son mercados inestables, lo que ha ocasionado que este año tengamos inconvenientes de sobreoferta y precios bajos.

Si analizamos el comportamiento de las exportaciones entre abril y mayo de este año –los meses más duros de la pandemia–, encontraremos que las exportaciones a Medio Oriente crecieron el 36,7 % y a Europa del Este, el 48 %. Mientras que a los mercados tradicionales no crecieron al mismo ritmo: la Unión Europea creció el 6,6 %; EE. UU. 3,3 %, y Rusia 4,5 %.

En Medio Oriente, el mercado está dominado principalmente por Turquía. La Oficina de Estadística de ese país señala que la llegada de banano ecuatoriano hasta mayo de este año aumentó 45,31 %.

En Europa del Este no solamente los envíos a Ucrania han crecido, sino también los que van a las antes repúblicas soviéticas. La estrategia de diversificación también se refiere al producto en sí.

Ese es el caso de Estados Unidos, de manera acumulada, ese mercado no ha experimentado una variación considerable. Guatemala se mantiene como su proveedor número uno y Ecuador ocupa el tercer lugar. Sin embargo, EE. UU. es uno de los principales destinos de nuestro banano orgánico. Casi la mitad de todo el banano orgánico que llega a ese mercado proviene de Ecuador.

Estos esfuerzos de diversificación son positivos, pero insuficientes porque no todo depende de nosotros, recordemos que nuestro producto depende de las condiciones de los mercados. El mérito es seguir de pie a pesar de un entorno que desincentiva.

Somos el único sector exportador con precio oficial y pago de anticipo de impuesto sobre las ventas brutas. No es fácil encontrar un mercado que tenga condiciones de demanda aceptable, ni asegurar la provisión continua del producto y que cumpla las normas fitosanitarias. No es fácil realizar el registro tanto de la compañía como de la marca. La excesiva tramitología siempre será uno de los cuellos de botella de la agenda de competitividad.

Ser exportador en un país con nuestro entorno requiere de mucha resiliencia. (O)

* Director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano (AEBE)