Lo que vive el mundo actualmente no tiene parangón. Un microscópico patógeno lo ha puesto en vilo, recordándonos con dolor y angustia que el hombre es una especie más en la escala animal, no existiendo para él razas, credos, niveles sociales, políticas, regiones, ni nada; afecta al ser humano donde se encuentre, con tendencia a aniquilarlo, si las condiciones son favorables para su patogenia. Lo que hoy vivimos es un terrible azote, mucho más peligroso que la misma acción atómica, pues cuando esta se produce se circunscribe a determinados sitios o regiones, generalmente producida por diferencias políticas que emanan del hombre. Hoy la pandemia afecta al humano en los cinco continentes y seguro que también a los animales, solo que muy poco interés despierta este tema, aunque para el que escribe es el origen de la terrible pandemia que ahora soporta el mundo.
Lo que asevero no pide fuerza: los coronavirus, grupo al que pertenece el patógeno actual, vienen produciendo a la humanidad varias pandemias: 1) Del SARS CoV (2003-China), el gato salvaje fue la especie transmisora; infectó a 8422 personas y mató a 916 (11 %); 2) MERS CoV (2012-Arabia S.): camello, animal transmisor, afectó a 157, murieron 66 (42%); 3) MERS CoV (2015-Korea S.): camello, transmisor, infectó a 156 personas y mató a 38 (20 %); 4) COVID-19 (2020-China), hay controversias científicas para determinar la especie animal infectante, pero la mayoría coincide en que fue el murciélago, solo en China afectó a 66 000 personas, causando la muerte a 1107 (1,8 %), sin considerar la terrible huella de zozobra y muerte que está produciendo en el resto del mundo. Como se puede observar, la ciencia epidemiológica del mundo falló en pesquisar a tiempo los cambios mutantes de estos virus en los animales, salvajes y domésticos, para montar verdaderas redes de vigilancia epidemiológica veterinaria permanente, que la necesitamos para hacer ahora lo que no se realizó a tiempo. Sin embargo, la medicina veterinaria continúa ignorada por los Estados del mundo, incluido el nuestro, a pesar de ser la ciencia preparada para estas acciones médicas, como lo expresó Pasteur: “La medicina cura al hombre, la veterinaria salva a la humanidad”. (O)
José Manuel Aguilar Reyes,
M.Sc., presidente de la Sociedad Científica Ecuatoriana de Historia de la Veterinaria (Sociehisvet); Santo Domingo de los Colorados