En 1947 un joven de 19 años llamado Samuel Ross, abrió una escuela en una granja en New York, que luego de setenta años se convirtió en lo que hoy se conoce como Green Chimneys, un tipo de escuela-granja para ayudar a niños y animales. En efecto, Samuel Ross orientó su ayuda a los niños a través de los animales gracias a su profunda comprensión de las maravillosas vías en que los humanos y los animales pueden ayudarse mutuamente. Actualmente Green Chimneys es mundialmente reconocida por la educación terapéutica e intervenciones asistidas por animales para niños con necesidades especiales, en particular niños y adolescentes de zonas urbanas de alto riesgo.
Científicos, profesionales médicos, terapistas y otros profesionales de salud coinciden en la necesidad de enfoques más amplios y holísticos para ayudar a niños y adolescentes con problemas de maltrato, abandono y diferentes tipos de abusos. La terapia asistida por animales es un tipo de terapia alternativa o complementaria. Si bien gran parte de estas terapias implican a perros y caballos, el espectro es mucho más amplio considerando la conexión que naturalmente existe entre las personas, plantas y animales.
Niños y adolescentes que han sufrido abusos y/o negligencia severa a menudo presentan problemas para adaptarse o establecer nuevas relaciones y una mayor probabilidad de convertirse en padres abusadores o negligentes. La terapia con estos niños se complica por su desconfianza en los adultos. Es ahí donde la terapia asistida por animales ofrece alternativas, así como también herramientas adicionales para llegar al mundo interior del niño.
Una experiencia de este tipo se desarrolló hace casi veinticinco años en Guayaquil con apoyo de Unicef, en un espacio denominado el “Centro de la Naturaleza” para actividades con niños y adolescentes que vivían en la calle o en la cárcel con sus madres, en orfanatos o en instituciones de acogida. En el Centro había desde caballos y asnos a cuyes, conejos, cerdos o patos en espacios naturales que brindaban a los niños durante los fines de semana recreación y aprendizaje, pero sobre todo, momentos de alegría evidenciados principalmente en aquellos con serios problemas de interacción con otros niños o adultos. El Centro vinculaba a biólogos y estudiantes de biología y se pretendía ampliar a estudiantes de psicología, sociología, pedagogía; lastimosamente la llegada de un gobierno sin visión deshizo los acuerdos con el Ministerio de Bienestar Social de aquellos tiempos que había facilitado en comodato el espacio para que funcionara el Centro y se lo cerró.
Un “Plan más Prevención” que incluya espacios y actividades como el Centro de la Naturaleza para terapia asistida por animales y la integración de diversos actores sociales como la academia, autoridades e instituciones públicas y privadas impactarían positivamente no solo la vida de niños y adolescentes tristes, abandonados o maltratados, sino también la vida de toda una sociedad. La estrategia de Green Chimneys de vincular la ayuda a niños con la ayuda a animales maltratados y abandonados es otro componente que junto con la vinculación con la naturaleza contribuirá a la generación de seres más felices y amigables con su entorno, lo que a su vez contribuirá a una sociedad más feliz, y sin duda mucho más segura. (O)