El turismo nocturno es un sector olvidado y debe ser objeto de un mayor interés porque genera muchos puestos de trabajo, aporta al PIB. Conciertos, restaurantes, discotecas, bares.., son elementos que configuran otras formas de hacer turismo por las noches.

Una oferta nocturna en regla, ordenada y respetuosa con la convivencia vecinal, es un complemento para el turismo de la ciudad. Es importante que en Ecuador no solo se invierta en espacios turísticos competitivos, sino que es vital que se revisen los horarios de funcionamiento, ya que en la actualidad se han reducido y los centros nocturnos prácticamente abren solo de jueves a sábado por las limitadas horas de atención, mientras que de domingo a miércoles permanecen cerrados, lo cual afecta gravemente al sector. Un visitante que viene al país se ve obligado a pernoctar de domingo a miércoles en su hotel; no es conveniente, no da buena imagen el país. Poco o nada han conseguido ni conseguirán creyendo que reducir los horarios de atención va a bajar el nivel de delincuencia. Aparentemente ese es el objetivo que han pretendido, pero ha quedado demostrado que nada se ha conseguido, pues los actos delictivos se cometen cualquier día y a cualquier hora. Es preferible para las ciudades mantener una vida nocturna activa. ¡Una ciudad despierta, es una ciudad alerta! Hay una inmensa masa de trabajadores nocturnos, taxistas, vendedores ambulantes de cigarrillos, de flores, etcétera, además de locales de comida..., que han aminorado sus ventas notablemente, causando crisis en su economía familiar. Nueva York, Ibiza, Las Vegas, Buenos Aires, Estambul, entre muchas ciudades, tienen potencial turístico mundial en lo que a turismo nocturno se refiere, y son destinos que han sabido sacar partido importante al ocio nocturno, hacerlo su principal atractivo turístico con orden, máxima calidad y respeto. ¡Son ejemplos a seguir!(O)

Mauricio Eduardo Tello Andrade, arquitecto, Guayaquil