El captcha es una de las formas usadas en internet para diferenciar a una persona real de un bot a través de una pregunta tipo desafío.
Pero un mayor desarrollo de la inteligencia artificial provocó que este modelo de verificación y seguridad quedara obsoleto.
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“El problema es que hoy le puedes tomar una captura al captcha, se lo pasas a chatGPT (que es una aplicación de inteligencia artificial) y este lo hace. En otras palabras, esta prueba de humanidad ya no funciona, tiene un margen de error absolutamente insostenible”, indica Carlos Ángel, gerente de Tools For Humanity (TFH) para la región andina, empresa que creó la tecnología para el proyecto Worldcoin que llegó a Ecuador en junio pasado.
El proyecto Worldcoin consiste en captar el iris de las personas para asignar un código único, que los de TFH denominan World ID. Así cada persona podrá probar que es un ser humano cuando realiza alguna acción en la web sin necesidad de otorgar sus datos personales, evitando los riesgos que aquello implica, asegura Ángel.
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El objetivo es crear la red más grande de humanos. A cambio del escaneo del iris, las personas reciben 68 tokens (criptomonedas) en Ecuador y a nivel global.
Algunos de los que ya han escaneado su iris en el país a través de Worldcoin cambiaron los tokens por dinero.
Sin embargo, la opinión pública del país y las ONG como Fundamedios y Mil Hojas cuestionan el procedimiento de Worldcoin, porque estaría vulnerando los derechos ciudadanos.
Los organismos de control del país también se han pronunciado como la Superintendente de Protección de Datos cuyo titular Fabrizio Peralta aseguró a EL UNIVERSO que no tienen personal y les falta recursos para supervisar las actividades de Worldcoin.
Son los mismos cuestionamientos y miedos que han llevado a que este proyecto suspenda sus operaciones en España, al menos hasta diciembre próximo, dice Ángel, con el fin de que las autoridades de ese país conozcan más a fondo el alcance de lo que realizan.
Hay un término en el mundo de la tecnología y financiero que es el KYC (know your customer o conozca a su cliente, que permite validar la identidad de los usuarios).
A las empresas en general les interesa saber quién es su cliente, asegura Ángel, de ahí el valor de los datos personales de los consumidores.
“Vivimos en un mundo en el que la mayoría de empresas siente que entre mayor data tenga, mejor negocio tiene, es una mentalidad de acumular data para finalmente perfilar al consumidor de alguna manera, entonces la data es uno de los bienes más codiciados”.
Es lo que en TFH denominan web dos, en el que priman las bases de datos que van acumulando y renovando las empresas.
De este panorama surge la web tres, según Ángel, con la que se busca que prime la privacidad de los usuarios.
“Si nos pasamos al extremo más ambicioso, uno es capaz de ver un futuro en el que va a haber una distribución de la riqueza producto de la inteligencia artificial, estas productividades van a tener que de alguna manera redistribuirse a los seres humanos”, explica Ángel, entonces será clave diferenciar un ser humano de un bot de manera eficiente.
Una aplicación más plausible de crear esta gran red de humanos es la de eludir a las granjas de bots que influencian debates, manipulan la opinión pública de los países y las campañas electorales, o filtrar a los deepfakes, en los que a través de la voz e imagen pueden acceder a fraudes financieros, usurpando la identidad de las personas.
Si bien Ángel plantea que Worldcoin sería una de las formas de probar la humanidad ante un bot sin sacrificar los datos personales, hay escepticismo entre la población sobre si la información de las personas queda realmente borrada de la tecnología que se usa para captar el iris y la creación del World ID.
Ese es el principal cuestionamiento al proyecto.
Los encargados de ejecutarlo indican que se han realizado tres auditorías independientes en Alemania y Japón en temas de ciberseguridad, tanto del hardware, en las que se verificó que efectivamente la imagen original del iris se borra del orb (equipo que se usa para la captura del iris de las personas) durante el proceso de verificación y no queda respaldada en la nube ni en ninguna otra parte.
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Además, que el orb solamente obtiene la información necesaria para generar el código único que se utiliza para la prueba de humanidad y que este código no puede ser revertido o reconstruido para volver a tener la imagen del iris.
Alemania, Austria, Singapur, Colombia, Perú, México, Corea del Sur, Malasia, Estados Unidos, Chile y México son algunos de los países donde Worldcoin ya tiene presencia, al igual que en España y Portugal, donde las operaciones están suspendidas
Son más de seis millones de personas verificadas en el mundo y doce millones que tienen la app, afirma Ángel.
¿De dónde sale el pago que se da a cambio de la captura del iris y la entrega de esta prueba de humanidad como ustedes la llaman?
Lo primero es que nosotros obviamente no damos dinero por el iris, estamos emitiendo estas pruebas de humanidad que viven en el celular de cada persona, cada persona tiene potestad sobre su World ID, le queda en su celular bajo su custodia.
Tenemos otro componente del proyecto, que es la criptomoneda. Esta se creó por razones muy específicas, una de ellas y tal vez la más importante es la razón de gobernanza.
En el mundo web tres no existe como tal el concepto de las acciones. Cuando diseñamos el proyecto vimos un futuro en el que este protocolo cuando ya esté totalmente funcional en docenas de países en el mundo, pueda revertir a ser totalmente descentralizado.
Esa es la gran visión: poder descentralizar el protocolo y que quede bajo la gobernanza de los mismos participantes del protocolo. La única manera de lograr esa visión es distribuir los tokens a las personas que se acerquen a verificar su humanidad.
Ahora es muy importante también hacer la aclaración de que de ninguna manera recibir los tokens es una obligación. La persona puede ir a hacer su prueba de humanidad, recibir su World ID y si no quiere por alguna razón recibir el token, pues no tiene que recibirlo.
¿Pero estos tokens son transables?
Ya depende de la regulación de cada país... Son activos digitales a los cuales tengo acceso y están bajo mi posesión. Lo que sucede en Ecuador y en muchos países es que la decisión de lo que haces con los tokens es completamente personal y la realidad es que mucha gente lo intercambia por dinero.
Los tokens tienen un precio global. Si uno entra a un exchange de criptomonedas como Binance, tú puedes ver el valor en el instante, cambia segundo a segundo.
¿Cuántas personas en Ecuador han accedido a obtener este código que prueba su humanidad?
No tengo el dato actualizado. Durante el lanzamiento hemos tenido semanas de hasta 3.000 verificaciones entre Guayaquil y Quito. En Argentina teníamos al 1 % de la población verificada, que serían más de medio millón de personas, lo mismo en Colombia.
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¿Este proyecto tiene un fin de lucro?
Hay dos entidades fundamentalmente distintas. Por un lado está Tools For Humanity (TFH, creadora del orb y la app), una empresa con ánimo de lucro establecida en San Francisco y Alemania. Por otro lado está la fundación Worldcoin, que es una entidad sin ánimo de lucro.
La fundación en este momento tiene la potestad sobre el protocolo, y por ende, las criptomonedas. Estamos trabajando hacia un futuro donde esa fundación pueda descentralizar la mayoría de esa gobernanza a los participantes. El rol de TFH acá es acelerar el proceso por medio de cooperaciones, comunicaciones, tecnología, hardware. Se fundó con la misión de acelerar lo que la fundación quiere lograr. Hay que separar las dos cosas.
¿Qué sucede si se pierde o roban el celular donde la persona tiene el World ID?
En este momento es un problema. Estamos trabajando arduamente para que deje de serlo con un proceso de reverificación en el que la gente pueda recuperar su World ID, en cuestión de meses estará al aire.
En países como España y Argentina han cuestionado al proyecto porque se dice que atenta contra la privacidad de los datos de las personas.
Al conectar tu World ID puedes probar que eres un ser humano sin revelar información privada, eso es lo bonito de esta tecnología... Este es un proyecto donde la privacidad es todo, pero en todos lados el primer reflejo de las autoridades, de la prensa y de la opinión pública es que esto de alguna manera atenta contra la privacidad, pero lo que tratamos de hacer es privacidad absoluta.
Es un internet donde tú puedas navegar, comprar todo lo que puedas imaginar sin revelar absolutamente nada de ti, más allá de que eres un humano único. (I)
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