Las negociaciones para la renovación de contratos con las empresas telefónicas avanzó en 2024: el directorio de la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel) ha aprobado el estudio de valoración base del espectro, hay ofertas presentadas por las operadoras, según el Ministerio de Telecomunicaciones, que esperaba que las negociaciones finalicen este mes.

Del lado de las empresas también se preveía culminar las negociaciones. El director de Negocio Mayorista y Asuntos Públicos de Telefónica, José Juan Haro, confía en suscribir pronto el contrato de concesión para los próximos quince años de operación en el país y adquirir también el espectro 5G para traer esa tecnología al Ecuador. Él estuvo en el país el mes pasado en el XV Encuentro Empresarial Iberoamericano. Además, comenta cómo la pandemia aceleró la digitalización y mostró una característica de la región, la existencia de dos países distintos: el país de los que tienen posibilidades y el de los excluidos, aquellos que no logran conectarse. La aspiración de la compañía es servir a todos sin dejar a nadie atrás.

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La renegociación se ha prorrogado, ¿cuándo ya termina el plazo?

Esperemos que muy pronto. En realidad los operadores privados hemos acordado en el tiempo algunas prórrogas transitorias para facilitar el proceso administrativo, así que debo reconocer que esta administración ha puesto mucho foco en este tema y ha venido trabajando muy profesionalmente, y estamos seguros de que dentro de poco tendrá que haber noticias... que sin duda serán noticias muy positivas para el Ecuador.

¿Cómo está el mercado de las telecomunicaciones en los países que abarcan en la región?

Operamos en ocho países de la región de Latinoamérica, durante los diez últimos años ha tenido retos económicos importantes, pero a pesar de eso somos un inversionista de largo plazo. Operamos ya más de 30 años en Latinoamérica y seguimos apostando por las oportunidades que países como Ecuador nos ofrecen. ¿Cuál es nuestra expectativa? Seguir operando en la región, proveer siempre las tecnologías más avanzadas. Tenemos la ilusión de poder desarrollar el 5G en Ecuador y continuar prestando el servicio que conocen bien los ecuatorianos.

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En estos ocho países, ¿cuál es el más y menos desarrollado en ese ámbito?

Yo diría que tenemos oportunidades en todos los países. Operamos desde el norte, en México, hasta el sur, en Argentina, estamos en la mayor parte de países de Sudamérica, en Perú, Ecuador, Chile, Colombia, Venezuela. Nuestra operación es bastante heterogénea y estamos muy contentos con la región.

En Ecuador, ¿qué planes e inversiones de Telefónica están en marcha o en espera de firmarse?

Lo primero que hemos hecho es reforzar nuestra cobertura en el territorio de la Costa. Invertimos a lo largo de los últimos años en Guayas. Hemos invertido también en Manabí para poder tener un alcance mayor. De hecho, estamos muy contentos con nuestras nuevas oficinas corporativas en Guayaquil. Nuestra presencia en la ciudad es cada día más importante. Y en cuanto a las perspectivas de futuro, estamos ilusionados con la posibilidad de suscribir pronto nuestro contrato de concesión para los próximos quince años, hasta el año 2038, y esperamos que sobre este contrato podamos, como decía, aspirar también a adquirir el espectro 5G para traer esa tecnología al Ecuador.

Pasando a lo global, ¿qué rol cumplen las telecomunicaciones para el desarrollo y el crecimiento de un país?

Forester para el año 2028 proyecta que el tamaño de la economía digital en el mundo va a representar más o menos el 20 % del producto total y esto es bien importante. ¿Por qué? Porque si uno retrocede en el tiempo, hace quince años eso era mucho menos de la mitad. Es decir, estamos hablando probablemente de un 5 %, de un 6 %. Y esto supone que paulatinamente el tamaño de lo que se digitaliza es cada vez más relevante en el tamaño de la economía en su conjunto. Y claro, no podría existir economía digital si no existieran las telecomunicaciones. Las telecomunicaciones son el día de hoy, y lo vemos en Ecuador por supuesto, la base de todo lo que hacemos. Nos comunicamos, accedemos a nuestras aplicaciones de banca, accedemos probablemente a un curso de e-learning, accedemos a distintos contenidos de la prensa a través de los teléfonos móviles. Todo esto no existiría si no existieran redes de telecomunicaciones, de allí la necesidad, evidentemente, de poder ofrecer perspectivas de largo plazo para que inversiones tan importantes como las que desarrollamos nosotros puedan continuarse desarrollando en el país.

¿Cree que la pandemia del COVID-19 de 2020 nos aceleró en el tema de la digitalización?

Sin duda, pero al mismo tiempo puso sobre la mesa la otra cara de la moneda. Aquellos que estaban conectados pudieron cuidar su salud sin dejar de trabajar en remoto, sin dejar de estudiar en remoto. Pero aquellos que no tenían acceso a las tecnologías digitales, en primer lugar, perdieron años de educación. En algunos casos, chicos en zonas rurales en Ecuador, en Perú, han perdido casi dos años de clases. Además, quienes no podían teletrabajar tenían que salir a la calle a arriesgar su vida y esto, por supuesto, marca una característica central de nuestra región y de la cual Ecuador no es extraño, que en realidad hay dos países distintos: el país de los que tienen posibilidades y el país de los excluidos, de aquellos que no logran conectarse. Nuestra aspiración como compañía, desde luego, es poder servir a todos sin dejar a nadie atrás. (I)