Por asesinato, delincuencia organizada, tráfico de drogas, tenencia de armas, extorsión, intento de escape de prisión, entre otros delitos, han sido sentenciados los cabecillas de ocho organizaciones criminales que, desde prisión o en la clandestinidad, envían las órdenes para acaparar más territorios y amedrentar a los ecuatorianos con violencia, secuestros, ‘vacunas’ y los 4.835 asesinatos que se han registrado este año en el país.