La historia de ‘Balantiopteryx infusca’, el murciélago ecuatoriano de sacos alares, está ligada a la del ferrocarril ecuatoriano, particularmente el tramo Ibarra-San Lorenzo, que transportaba a gente desde Esmeraldas hasta la sierra ecuatoriana, pasando por Imbabura, provincia donde sobrevive una colonia de esta especie, en túneles ferroviarios abandonados en la parroquia de Lita. Actualmente es la única población conocida de este murciélago en el país.