La definición de innovación es un cambio que introduce novedades, originalidad, invención, perfeccionamiento o mejoras.

Cualquiera de estos cinco sinónimos se pueden encontrar con facilidad en un recorrido por Medellín, en Colombia.

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Por ello esta ciudad, conocida como la de la eterna primavera, capital del departamento de Antioquia, fue elegida este año como la más innovadora del mundo por el Urban Land Institute (ULI), institución que lidera la sostenibilidad ambiental y el uso responsable de la tierra.

El certamen fue organizado en conjunto con WSJ Magazine y Citigroup. Medellín fue preseleccionada junto a 25 ciudades y fue finalista con Tel Aviv (Israel) y Nueva York (Estados Unidos); y el 1 de marzo pasado fue anunciada como ganadora del evento.

Un equipo de este diario viajó a esa ciudad para conocer cuáles fueron las claves que la convirtieron en la más innovadora del mundo y cómo Guayaquil tuvo que ver en ese proceso.

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El transporte masivo, la educación de calidad, la eficacia, la confianza en la empresa pública y el rescate del espacio público, son algunos de los parámetros que le dan a Medellín, con alrededor de 3’500.000 habitantes, ese estatus sobre otras metrópolis del mundo.

Dentro de las experiencias exitosas de otras ciudades, de las que se ha servido Medellín y que ha adoptado de acuerdo a su realidad, está Guayaquil.

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Cuando la Alcaldía de Medellín inició el rescate de la ciudad en el 2004, uno de sus referentes fue el trabajo que hasta ese momento se había realizado en Guayaquil, con la recuperación de varios sitios emblemáticos de la urbe, como los cerros del Carmen, Santa Ana y el barrio Las Peñas, comenta Federico Restrepo, gerente de las Vías de la Prosperidad de Antioquia y quien en ese momento era el director de Planeación de la Alcaldía de Medellín.

“En el 2004 nos reunimos con el alcalde (Jaime) Nebot porque nos llamaba la atención el progreso que mostraba Guayaquil en la recuperación del espacio público”, recuerda Restrepo, quien añade que la asesoría se reflejó en la dignificación del espacio público que emprendió Medellín y que luego continúo con la construcción de parques-bibliotecas en sitios marginales de la capital antioqueña y otras obras.

El concepto de estos lugares, de los cuales actualmente en Medellín existen 9, fue dar accesibilidad a las personas de escasos recursos y, además de una biblioteca, contar con un punto de encuentro cultural de las comunas, como sucede en el parque-biblioteca España en el barrio Santo Domingo. “Si se tienen espacios dignos, se dignifica y humaniza el concepto de ciudadanía. No construcción de pobres para pobres, sino lo mejor para ellos”, puntualiza.

Otro ‘pilar’ de Medellín es el programa de jardines infantiles Buen Comienzo que brinda educación integral gratuita a 65.500 menores de entre 6 meses hasta los 5 años 11 meses en todas las 16 comunas de Medellín, con énfasis en barrios y sectores de mayor vulnerabilidad.

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Transportes integrados

Transportarse en el Metroplus de Medellín, sistema BRT (Bus Rapid Transit en inglés), resulta muy familiar para un guayaquileño, pues hasta cierto punto el tipo de transporte es similar al de nuestra ciudad

Empezó a operar en diciembre del 2011, es el gemelo de la Metrovía de Guayaquil, aunque para la aplicación de este modelo no se basaron en ejemplos como el de Ecuador, Chile o México, sino casa adentro con el Transmilenio de la capital, Bogotá, explica Ricardo Serna, gerente comercial y social de Metro de Medellín.

Metroplus tiene dos líneas con un total de 42 paradas, cuenta con articulados, alimentadores y carriles exclusivos.

¿Cuál es la innovación?, que cuando Metroplus inició operaciones ya existían el Metro (1995) y el Metrocable (2004).

Metroplus se integró al Metro (tren) y al Metrocable (teleférico) y formó un sistema troncalizado que abarca toda la ciudad y llega hasta las comunas más alejadas. Con 1.800 pesos ($ 1) se puede recorrer todo el sistema. La eficiencia del modelo llevó a la empresa Metro de Medellín a crear hace cuatro años una unidad de negocios (consultoría) que ha replicado su gestión en Panamá, Brasil, Perú, Puerto Rico y otros países.

Sin embargo, Medellín tiene además 2.000 buses urbanos que comparten las vías con el Metroplus y un parque automotor que bordea el millón de unidades, de los cuales el 50% son motocicletas, que genera de 200 a 300 accidentes diarios, lo que los obliga a mantener el pico y placa, sistema que restringe por horas la movilidad de los vehículos por sus placas.

Además, desde hace dos años cuentan con cámaras que detectan infracciones.

Este sistema se prevé implementar en Guayaquil una vez que el Municipio maneje las competencias en este año, cuando el tránsito empiece a ser ordenado por agentes civiles, experiencia que Medellín tiene desde hace 41 años. Actualmente existen 500 agentes en sus calles y se planea incrementar 500. “No disminuimos los agentes por la tecnología, el control de la gente en las calles no se puede delegar a una máquina”, manifiesta Omar Hoyos, secretario de Movilidad.

Medellín se enseña al mundo como la más innovadora, sin embargo, ahora el reto es mantenerse, para lo que ya planifican seguir innovando. A corto plazo construirán un parque lineal a lo largo del río Medellín, para lo cual esperan visitar Guayaquil una vez más para conocer las experiencias en ese ámbito. Para el 2015 planean cambiar en todos los buses urbanos del diesel al sistema de gas licuado de petróleo (GLP), implementar carriles exclusivos para ese tipo de transporte e inaugurar el tranvía.

1.300

 

citaciones por día emiten las cámaras que ayudan a controlar el tránsito en la ciudad de Medellín. Existen 48 aparatos en las calles.