“Si en años anteriores, en inviernos normales, esto ha sido una piscina, entonces no sabemos qué va a pasar con el fenómeno de El Niño que viene ahora”, dice con algo de incertidumbre Luis Calle, administrador del local Chicho’s Grill, ubicado en la avenida Víctor Emilio Estrada y Guayacanes, en Urdesa, norte de Guayaquil.
Este sitio al igual que la Víctor Emilio Estrada y Bálsamos, también en Urdesa, son parte de los 44 sectores que el Municipio de Guayaquil ha identificado como propensos a inundaciones ante la llegada del fenómeno de El Niño y donde se ha instalado señalética vertical que advierte de aquello.
Cada invierno, la principal avenida de Urdesa sufre inundaciones y el nivel del agua tarda en bajar cuando con las lluvias coinciden periodos de marea alta, por la cercanía de este sector con el estero Salado.
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A lo largo de la Víctor Emilio Estrada se ubican decenas de negocios de todo tipo: restaurantes, cafeterías, bares y demás, cuyos propietarios aseguran que cuando la avenida se inunda, eso afecta las ventas y más aún cuando el agua tarda en bajar.
“Aquí se necesita por lo menos lo básico, mantener limpias las alcantarillas. Yo llevo aquí quince años y en quince años no han podido darle una solución un poco más clara a este problema. Cada vez que hay inundaciones el comercio muere y los perjudicados somos los locales. Ahora a eso súmele las ‘vacunas’ (extorsiones), la delincuencia, que la gente no tiene plata, entonces, quién sabe no duremos este año y seamos un negocio más que quiebra y que cierra sus puertas”, expresó Luis Calle, administrador de Chicho’s Grill.
El hombre señaló que si bien cuando se producen inundaciones en el sector el agua no entra a los locales, la calle y las veredas quedan completamente cubiertas y por eso tanto el tránsito vehicular como peatonal es complicado.
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Durante el invierno pasado, cuando Guayaquil soportó el 22 de marzo la máxima precipitación en 24 horas con un valor de 199,5 mm, Urdesa estuvo entre los sectores inundados. Ese día hubo una fuerte tormenta acompañada de truenos y relámpagos.
Fotos y videos de los vehículos cruzando por lo que parecía un correntoso río se viralizaron en aquella ocasión.
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En agosto de este año, una docena de locales comerciales de Urdesa fueron notificados por el Municipio por incumplir con la ordenanza sobre el manejo de los desechos sólidos no peligrosos.
En ese entonces se hizo hincapié en la necesidad de que los negocios (comedores y restaurantes) cuenten con trampas de grasa.
“La calle se llena, pero gracias a Dios el agua no entra a los locales, pero eso nos perjudica pues qué vamos a vender si nadie puede pasar con todo inundado”, comentó la administradora de otro local.
El 8 de noviembre, la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) indicó que 44 señales se colocaron en diferentes sectores de Guayaquil y que estas son fácilmente ubicables, tanto para los habitantes como para organismos de socorro, en caso de una situación de posible atención o evacuación.
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La identificación de estos sectores inundables se hizo en una mesa técnica multisectorial para evaluar las zonas más vulnerable del Puerto Principal.
Entre esos sitios propensos a inundaciones constan la avenida Francisco de Orellana, a la altura de un supermercado en Los Vergeles y del colegio Teniente Hugo Ortiz, la avenida Isidro Ayora, sector de Socio Vivienda 1 y 2, Mi Lote, avenida Casuarina, vía a Daule y demás. (I)
