Cientos de personas madrugaron ayer en el sector de la Bahía, centro de Guayaquil, para hacer las últimas compras de Nochebuena y Navidad.

A lo largo de la avenida Olmedo no hubo comerciantes ambulantes en la acera, tal como ha ocurrido otros años. Esto, por los controles ejecutados por el Municipio para prevenir aglomeraciones que impliquen el riesgo de la propagación de contagios del COVID-19 en la urbe porteña.

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Aunque se vio a mucha gente haciendo compras, hubo fluidez en el sitio mencionado.

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“Indudablemente que la actividad comercial en este sector, en estos días, se ha venido desarrollando con toda normalidad gracias a que se ha recuperado el espacio público y a la dedicación que ha tenido el Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano”, expresó Hernán Coloma, comerciante y coordinador del Frente Único de la Bahía, quien consideró que los controles a la informalidad han coadyuvado a que los vendedores formales incrementen sus ventas.

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Jaime Dávalos, comandante del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano, mencionó que 350 uniformados y funcionarios de otras direcciones municipales han colaborado en los operativos efectuados en las 16 hectáreas que integran la Bahía.

“Los sectores más conflictivos, como siempre, son las calles Chile y Chimborazo, en donde no se puede realizar ningún tipo de actividad (informal)”, refirió.

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Y agregó que durante los controles de los metropolitanos se ha aprehendido a dos o tres antisociales a diario, que luego han sido puestos a órdenes de la justicia.

“Arranchadores, estruchadores, de eso estamos hablando”, expuso Dávalos, quien recomendó a la ciudadanía mantener las medidas de bioseguridad, como usar mascarilla y no aglomerarse.

Los informales fueron asignados a 21 mercados, mencionó Dávalos. (I)