Con el regreso a clases y el traslado de unos 70.000 niños y adolescente a sus respectivos colegios, la ya caotizada avenida Casuarina, conocida como entrada de la 8, está por colapsar.

Así lo aseguran los conductores que circulan por la zona a diario y que demoran hasta una hora para llegar a las cooperativas más alejadas de la vía Perimetral.

Ellos se quejan por la situación y el poco control que existe en la zona de la Casuarina.

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‘Empiezo a dar clases virtuales porque al colegio no puedo volver, me amenazaron’, dice Claudia, docente en Nueva Prosperina

Por ejemplo, reclaman porque cientos de comerciantes ocupan un carril de la avenida, en ambos sentidos, para vender productos.

Frutas, verduras, carnes, ropa y hasta plantas se acomodan en la calle para ofrecer a los clientes. Los vendedores se justifican diciendo que necesitan el espacio para trabajar por sus familias y que peor sería si estuvieran robando o extorsionando.

Por la avenida Casuarina, conocida como la entrada de la 8, circulan unas 17 líneas de buses: José Beltrán/ El Universo Foto: El Universo

“Justicia y Vigilancia debe actuar acá, por qué los metropolitanos no vienen y ponen orden como hacen en la Bahía”, reclama Ronald, conductor de la línea 132.

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El chofer tiene diez años recorriendo la misma ruta y cuenta que ya esta semana el tráfico se siente más pesado por el regreso a clases, señala que hay estudiantes y padres en horas pico y que los buses van más llenos.

“Entre las 06:30 y las 07:30 es un caos y los niños se atravesaban entre los buses cruzando la calle. Nadie avanza al semáforo”, indica Ronald.

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Él se lamenta de que hasta ese punto del noroeste de Guayaquil casi no llegan vigilantes para controlar el tráfico o pedir documentos de carros y motos.

‘De las 80.000 casas que hay en Nueva Prosperina calculamos que unas 4.000 han sido tomadas por las bandas’

Andrea Medina también reclama más control, pues indica que ha sido asaltada en dos ocasiones. Ella labora en el hospital Monte Sinaí desde pandemia y le toca ingresar por la Casuarina en las mañanas y salir por esa misma vía, a las 18:00.

“Si los vigilantes vinieran y pidieran todos los documentos y multaran como los hacen en otras zonas de Guayaquil no habría una sola moto por acá, porque nadie está al día en la matrícula y peor aún llevan casco”, se queja la doctora.

Incluso los carros se estacionan en lugares donde está claramente prohibido hacerlo. Talleres de motos y carros que han sido clausurados hace poco, ya reabrieron y ocupan un carril de la avenida Casuarina, impidiendo que los carros avancen más rápido.

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Conductores piden controles en la entrada de la 8 para evitar el caos vehicular. Foto: José Beltrán/ El Universo Foto: José Beltrán

Por la Casuarina, que tiene unos 7,2 kilómetros de extensión, circulan 17 líneas de buses, miles de carros particulares, pero también la ocupal tricimotos y motos lineales que trasladan a los habitantes de zonas de difícil acceso.

En este sector habitan unas 550.000 personas en más de 80.000 casas, según el último censo poblacional y por esa la Policía pide a las otras entidades involucrarse en la seguridad.

“Aunque son más de medio millón de personas que viven al fondo y solo hay un ingreso principal en el que solo se puede circulan por dos de los tres carriles; eso no es suficiente”, dice el coronel Roberto Santamaría, jefe del distrito Nueva Prosperina.

Él señala que el Municipio debería llegar a la zona y no solo desocupar la calle sino también controlar los negocios porque en muchos se expenden bebidas alcohólicas y asegura que hasta sustancias sujetas a fiscalización.

Hay 153 planteles en Nueva Prosperina y se educan unos 70 mil niños y adolescentes. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

Esto, según el policía, se da cerca de algunos de los 153 planteles que funcionan en el distrito, donde el problema de la basura y las agua servidas también afecta a esa comunidad y a los miles de estudiantes que se trasladan en las mañanas y en las tardes.

El coronel Santamaría destaca que como institución han logrado reducir en más de un 66 % la cifra de asesinatos, pues hasta el 9 de mayo se registran 77 homicidios intencionales versus los 225 casos del año pasado, en el mismo periodo. El 2023 terminó con 566 asesinatos que ubicó al distrito como el tercero más violento del mundo por cada 100.000 habitantes.

“Estamos trabajando con personal de Inteligencia y de enero a abril hemos detenidos 400 personas en Nueva Prosperina, la mayoría de extorsión”, señala el uniformado. (I)