De los tres consorcios que operan el sistema de la Metrovía en Guayaquil, MetroExpress es el que tenía menos tiempo de servicio.

Se incorporó al sistema en febrero del 2013, con casi dos meses de atraso, por problemas que tuvo para ingresar los buses al país.

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Su operación inicial tuvo tropiezos, a tal punto de que hubo intervención judicial para ello.

A MetroExpress, el Municipio decidió la noche del lunes terminar unilateralmente el contrato de la troncal 2 tras un nuevo incendio de una de sus unidades, el segundo en menos de un mes.

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Como los otros consorcios (Metroquil y MetroBastión), el consorcio MetroExpress, que se adjudicó la troncal 2, se formó a partir de cooperativas de transporte.

En abril del 2012, la Fundación Metrovía, ente municipal que creó la administración socialcristiana para supervisar el sistema, adjudicó esta troncal 2 a este grupo.

Con ello se entregaron los derechos de operación del servicio público de transporte de pasajeros de la troncal 25 de Julio-Río Daule y sus rutas alimentadoras.

Cuando se entregó esta operación, el consorcio MetroExpress estaba conformado por el 55 % de las unidades y rutas que funcionaban en zonas donde iba a operar esta troncal.

Nelson Ramos Chávez fungía como gerente general de MetroExpress. Él era conocido por estar en el negocio de la transportación.

Según datos que constan en el Servicio de Rentas Internas (SRI), este consorcio reportó durante los tres últimos años cero en impuesto a la renta. Es decir, su operación no tuvo ganancias o terminó a pérdida.

Como ocurrió con los otros consorcios, la situación financiera no andaba muy bien. Y eso se complicó con la caída de pasajeros durante la pandemia.

Al Municipio de Guayaquil habían aludido que la baja de pasajeros había creado una afectación económica.

Durante la administración de Cynthia Viteri se creó un fondo de salvataje para ayudar a los consorcios pese a que eran negocios privados.

Al ser privados manejan su propia estructura, por ende, la Agencia de la Metrovía (ATM) no tiene injerencia en temas administrativos internos de esos consorcios.

El sistema Metrovía actualmente contribuye en la movilidad de 184.712 usuarios promedio al día (estadística del 1 al 7 de marzo). De ese total, MetroExpress movilizaba 54.704 usuarios promedio al día.

Un ajuste que alteró a los usuarios

A más de los incidentes registrados con el incendio de sus unidades, MetroExpress estaba aplicando cambios que trajeron desazón a parte de los usuarios.

Desde inicios de febrero, usuarios se quejaron porque debían esperar más tiempo para salir de la terminal 25 de Julio, ya que desde el jueves 1 solo dos alimentadores entraban a esas instalaciones para llevar a los usuarios de allí hasta la parada Sopeña, donde estos debían bajarse y aguardar por un bus que los traslade bien al centro o al norte de la ciudad.

A la estación 25 de Julio ya no ingresaban articulados ni demás alimentadores. Y los usuarios no habían sido informado de aquello.

Según cifras de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), a dicha terminal llegaba a diario un promedio de 800 pasajeros, que equivale al 1,33 % de los 60.000 que se movilizan en total en un día a través de toda la troncal 2, que enlaza el sur con el norte de la ciudad.

“Lo que se ha hecho es óptimamente viable, se puede hacer, se está realizando y se está moviendo a la gente. No han perdido el derecho a movilización. El error fue que MetroExpress lo haga arbitrariamente, sin comunicar, sin una planificación previa”, comentó José Franco, gerente general de la ATM, sobre el incidente del jueves, cuando los usuarios expresaron su malestar ya que aunque tenían mucho tiempo de espera los buses no llegaban a la terminal 25 de Julio. (I)