En Ecuador se busca trazar una reforma curricular para adaptar el sistema educativo a las problemáticas actuales que enfrenta el país y los cambios tecnológicos de la sociedad.
En los últimos diez años, según la ministra del ramo, Alegría Crespo, se han dado seis reformas curriculares, lo que implica una readaptación de docentes.
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Por ahora, se prevé analizar métricas, investigaciones y tomar las mejores prácticas de sistemas educativos referenciales de países de primer mundo y adaptarlas al contexto local.
En este Día del Maestro, que se conmemora este domingo, 13 de abril, académicos exponen sus puntos de vista sobre el rol y los restos que tiene el sistema fiscal en tres aristas coyunturales: seguridad, innovación y malla curricular.
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Seguridad
María Camba Lainez, magíster en Educación Inclusiva e Intercultural y con más de 20 años como docente de una institución educativa, expone que hay varios retos en el sistema fiscal en temas de seguridad, como la creciente vulnerabilidad de las instituciones educativas frente al contexto social de violencia e inseguridad que atraviesan determinadas zonas del país.
Frente a este panorama, consideró que los docentes enfrentan el reto de mantener la calidad educativa en medio de situaciones de riesgo, incluso sin tener protocolos claros de actuación y acompañamiento psicológico.
Además, consideró que la transformación de la relación docente-estudiante se ha vuelto otro reto marcado por una pérdida progresiva de autoridad pedagógica.
“Ciertas prácticas disciplinarias que antes eran aceptadas —como llamar fuertemente la atención, inspeccionar mochilas ante sospechas de tenencia de objetos peligrosos, o incluso contar con el respaldo de padres para sancionar conductas graves— ahora están limitadas o mal vistas”, dijo, y agregó que en ocasiones se opta por no intervenir por temor a represalias o procesos administrativos.
Como tercer punto, consideró que hay falta de actualización de normativas escolares frente a estos nuevos escenarios de violencia.
Expuso sugerencias de acciones urgentes y planteó el diseño e implementación de una política pública nacional de seguridad escolar, establecimiento de protocolos claros y obligatorios para situaciones de riesgo, fortalecer el sistema de apoyo psicosocial en planteles, actualización de los Códigos de Convivencia Escolar, tecnología e infraestructura para mejorar la seguridad, reforzar la participación de padres y la comunidad y la implementación de personal de inspección, entre otras.
En síntesis, según la docente, el país debe pasar de una respuesta reactiva a una estrategia de seguridad preventiva y sistémica, donde la escuela sea tratada como un espacio prioritario de protección estatal. “Si no se garantizan condiciones mínimas de seguridad en las instituciones educativas, cualquier política educativa corre el riesgo de fracasar por falta de condiciones básicas de implementación”, acotó.
Innovación
Rodolfo Chang Hi Fong, rector de Copol, mencionó que el sistema educativo debe innovarse, pero no solamente a partir de la implementación de recursos tecnológicos, sino también en los modelos pedagógicos.
Independientemente que se posea o no los recursos tecnológicos, él propuso el reto de abandonar los esquemas tradicionales de educación fomentando el desarrollo de las habilidades superiores de pensamiento.
La educación actual, según el académico, tiene el reto de preparar a estudiantes para desempeñarse exitosamente en el futuro, que estará delineado por un alto nivel de desarrollo tecnológico e innovación, aunque sea difícil visualizarlo con claridad.
“¿Cuáles serán los contenidos, las teorías, los conceptos y las herramientas que tendrán que usar para insertarse adecuadamente en el mundo laboral, social y familiar? No lo sabemos, pero sí tenemos claro que un ser humano capaz de gestionar su propio aprendizaje, con pensamiento crítico y con valores éticos y morales adecuados, podrá aprender lo que necesite para superar con éxito los desafíos”, remarcó.
Con estos principios, acotó que el estudiante será capaz de buscar, decodificar, contrastar y utilizar la información disponible, siendo propositivo y creativo para solucionar los problemas, incluso tecnológicos, que se podría presentar contribuyendo así a la formación de una mejor sociedad.
Malla curricular
En torno al reto de una malla curricular, Noemí García Sanjuán, directora de Desarrollo Académico Internacional de la Facultad de Educación de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), recordó que la excelencia académica va ligada a la calidad educativa, que depende de factores diversos.
“Dentro de aquellos que se encuentran directamente vinculados a los propios centros, identificamos, aunque no son los únicos- elementos como el clima escolar, la formación docente y las metodologías”, remarcó la educadora.
Sobre el clima escolar, remarcó que es algo más que el entorno físico y se refiere al ambiente de desarrollo de la actividad escolar que repercute directamente sobre estudiantes y docentes.
Estos, explicó, son “centros con tolerancia 0 a la violencia entre iguales, que fomenten valores de igualdad, de aceptación, así como las conductas prosociales configurarán entornos donde los procesos de aprendizaje se producirán de una manera más adecuada”.
En torno a la formación docente, dijo, es crucial en la calidad educativa. Para ello, remarcó que los docentes deben contar con competencias que favorezcan los procesos cognitivos, el desarrollo emocional y social de alumnos.
Sobre el punto de metodologías, explicó que el docente debe tener un conocimiento amplio y ser capaz de adaptar dichas metodologías a necesidades y características del alumnado, ya que aquello facilita un desarrollo académico, personal y social e incrementará las probabilidades de éxito de los estudiantes. (I)