Dos barreras de planchas metálicas y un muro de cemento limitan el acceso en puertas y una ventana de la vivienda de los Morales en Samanes 5, en el norte de Guayaquil. Esos limitantes no impidieron que ellos vivan una jornada de intenso trajín por el agua que alcanzó niveles superiores a las protecciones y se filtró hasta alcanzar el nivel de las rodillas.