Solo por la puerta 1 del Cementerio General hasta las 11:30 de este domingo, 16 de junio, Día del Padre, ingresaron 2.296 personas.
Pese a la mañana lluviosa, unos 20.000 visitantes habían llegado hasta esa hora a ese camposanto para rendir homenaje a los papás que ya partieron.
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Llevando ramos de flores y globos, muchas familias buscaban entre los pasillos la última morada de su familiar.
Eso hacían los ocho miembros de la familia Bajaña. Llegaron hijos y nietos para rendir homenaje a Onofre Bajaña, quien murió hace un par de años y no alcanzó a conocer a la menor de sus nietas.
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John Macías, supervisor de Ventas de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, a la que pertenecen este cementerio y el Panteón Metropolitano, comentó que en ambos camposantos se celebraron misas y hubo otros eventos, como obras teatrales y festivales de poesía.
Decenas de personas ocuparon el espacio ubicado junto al escenario.
Además, en el Cementerio General hay mariachis este domingo y otros grupos musicales para amenizar la jornada.
Al contrario de lo que se vivió en los cementerios, por el clima lluvioso las cafeterías de Guayaquil no estuvieron llenas durante la mañana, como ocurre normalmente cada Día del Padre.
Recién al mediodía las familias empezaron a salir para almorzar. Los restaurante de la calle Panamá y de otras zonas comenzaron a recibir a los comensales.
Incluso largas filas se formaron afuera de algunos locales. Esto pasó en un centro comercial de la avenida 25 de Julio, donde unas 40 personas esperaban turno para entrar a comer. (I)