Efrén, Mateo, Samuel, Luis, Amy y Heidy fueron los primeros en darse un chapuzón y jugar con espuma de carnaval en una piscina de 3x2 metros ubicada en los exteriores de su vivienda, en la calle Francisco Segura y la 16, en el suroeste. La emoción por compartir entre primos fue tal que no les importó que la mañana de este domingo estaba nublada y el agua de la piscina fría.

En esa calle, otras nueve piscinas estaban afuera de casas de vecinos que no salieron de la ciudad en estos días de asueto. El Municipio de Guayaquil dispuso que se permitía el uso de las piscinas porque hay baja incidencia de casos de COVID-19 y esto permite más libertad al momento.

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Algunos jóvenes habían llegado con pistolas de agua, espuma, globos, pelotas, boyas. Adultos también alistaban la parrilla, mientras otros sacaron las botellas de cerveza, gaseosas y jugos para el festejo.

Este escenario de celebración del carnaval se vivió en algunos barrios del Puerto Principal, como Cristo del Consuelo, suburbio, Trinitaria, Malvinas, Guasmo sur, entre otros.

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En el sector de la calle Francisco Segura, algunos vecinos incluso sacaron una mesa y pusieron a la venta globos, espuma, banderines, collares de flores, entre otros accesorios para jugar carnaval.

“Hay que aprovechar que se puede vender algo para parar la olla, hay que comer en este carnaval”, comentó Verónica Menoscal, una de las vendedoras.

José Zavala, residente de esa zona, comentó que es una tradición poner la piscina para que los pequeños de la casa disfruten.

“Son como 40 niños que llegan de la familia. Unos viven por aquí cerca, otra parte de la familia en Vergeles, pero igual vienen a compartir, hacemos una comida, los niños son los que más disfrutan. Como este año no se pudo viajar, porque estamos sin dinero, no alcanza, al menos aquí ya todos juegan, compartimos”, comentó.

Mientras que el escenario era diferente en el centro de Guayaquil. Desde las 09:00 empezaron a llegar a los diversos restaurantes de esa calle para desayunar en familia.

En la calle Panamá se evidenció la llegada de ciudadanos desde las 09:00 de hoy. Foto: Jorge Guzmán  Foto: El Universo

Samantha Lascano acudió con su abuelita a desayunar en las calles Panamá y Luzárraga. “No pensábamos venir porque aún estaba gris, con lo que llovió toda la noche, pero mi abuelita sí estaba de ánimo, entonces salimos y ha estado fresco el clima; aquí sí hay gente, pero es un espacio al aire libre, con distanciamiento, así que no hay problema. El resto del centro sí se ve con pocas personas aún”, comentó la joven de 25 años.

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Y justamente ese ambiente fresco y con poca afluencia de personas llamó la atención a otros visitantes del Malecón y de las calles aledañas. Algunos acudieron a tomarse fotos en la Rotonda, otros caminaron por la 9 de Octubre.

En el centro, la mayoría de negocios estaban cerrados, solo algunos de comida estaban atendiendo, se esperaba que en la tarde acudan más personas al centro. “Sí vemos que muchas personas se han quedado en este feriado, las ventas bajaron mucho en enero, fue difícil pero esperamos que con la reactivación poco a poco se pueda salir adelante, que ya la pandemia quede atrás, que nos sigamos cuidando porque hace falta trabajar”, comentó Jorge Jara, comerciante de la avenida 9 de Octubre.

En diversos sitios de la ciudad se realizaron controles tanto de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) así como Policía Nacional. En la calle Loja y Malecón fue uno de los sitios en que uniformados pedían identificación y papes en regla del vehículo. También en sectores como el Guasmo norte y sur, también se desarrollaron operativos para mantener la seguridad de las personas.

William Holguín, conductor informal, comentó que desde la noche del viernes vio que se han identificado los operativos en el norte, en la avenida Francisco de Orellana. “me parece muy bueno que se controle más en algunas vías porque hay mucha delincuencia y se necesita frenar eso, prevenirla”, comentó él.

En el sector de la Bahía también hubo control de policías metropolitanos pero se evidenció poca afluencia tanto de comerciantes como de compradores en las horas de la mañana. Mientras que en el sector del Mercado central hubo cierre de actividades de forma temprana, comerciantes trabajaron hasta las 14:00 en la mayoría de los casos en locales aledaños a las calles Clemente Ballén, Aguirre, Rumichaca.

Solo los locales chinos como importadoras pequeñas, chifas, farmacias y despensas seguían atendiendo con normalidad. (I)