Desde el 2018 cuando Ernesto Ruiz se disfrazó por primera vez del Hombre Araña, no ha dejado de personificar a superhéroes y, en la época navideña, -junto con familiares y amigos- a las figuras más representativas del mundo de Disney: Mickey Mouse, Goofy y Minnie Mouse.

Aunque empezó en el área del entretenimiento como bailarín de breakdance, Ruiz -quien vive en el sector de Pascuales, norte de Guayaquil- poco a poco se fue familiarizando con los disfraces que eran solicitados por clientes que lo contrataban en la ciudad.

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Con show se encendió el árbol navideño más alto de Guayaquil

A partir de hoy este Diario empieza una serie de este tipo de personajes que dan alegría a grandes y chicos en esta época de Navidad en que se recuerda el nacimiento de Jesús.

Ruiz pasó de ubicarse disfrazado en la av. 9 de Octubre y Malecón a tener un espacio dentro del mismo Malecón Simón Bolívar para mostrar a sus personajes, entre los que figuran también el rey del pop Michael Jackson.

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Así ya no solo les dedicaba los fines de semana a los personajes animados, sino que convirtió esta actividad en su trabajo de tiempo completo. Fue así como en 2022 dejó de ser auxiliar de limpieza para levantar Spaidy Events, un pequeño emprendimiento de animación de eventos infantiles que ahora ya emplea a seis personas.

Además de fusionar su conocimiento de baile durante las actuaciones, su madre se convirtió en pieza clave en su trabajo ya que ella elabora parte de las piezas de los disfraces. En el caso de los personajes de Disney, ella les confecciona el vestuario alusivo a la fecha. Las tres figuras animadas, a lo largo del año, pasan de vestir los colores de Guayaquil en las fiestas julianas a usar el naranja, negro y morado en octubre para Halloween.

En diciembre, el emprendedor dice que espera con ansias la llegada de los contratos que le permiten, una vez más, usar los disfraces que transportan a niños, jóvenes y adultos a ese pequeño mundo animado.

En el mes de diciembre, los personajes usan trajes alusivos a la fecha. Foto: Francisco Verni Peralta

Semanas antes analiza qué incluirá en el vestuario que se colocará sobre los trajes elaborados con espuma y tela. En este año, por ejemplo, los tres personajes tienen trajes con gamuza roja y felpa blanca.

“Mi energía se reinicia cada vez que yo me pongo el traje. La gente no percibe la alegría que a uno también le genera usar un disfraz y recibir el cariño y los abrazos”, afirma.

Ruiz, de 30 años, asegura que la Navidad le ha permitido en los últimos seis años valorar el amor fraternal.

“Los niños son almas nobles que mantienen esa inocencia de creer que los personajes son reales y que tienen esa magia para darles todo lo que pidan”, manifiesta el emprendedor.

Suburbio de Guayaquil se llenó de luz y colorido con desfile por Navidad que reunió a 5.000 estudiantes

La filosofía de su trabajo es incluir a personas que tengan cierta afinidad con las figuras animadas para que en el desarrollo de sus presentaciones haya un ambiente lleno de buena energía y buena actitud.

Por ello, en los últimos años ha contado con el apoyo incluso de familiares. Mayra Ruiz, su sobrina, es una de ellas. La joven de 20 años apoya a su tío en su negocio y se coloca las diferentes capas que el traje requiere en los shows.

Asimismo, Nagelly San Lucas disfruta de tener esa cercanía con la gente, sobre todo, en este mes por la Navidad.

“Lo que buscamos siempre es que las personas valoren nuestro trabajo y se sientan felices luego de haber compartido un poco de su tiempo con nosotros. En Navidad, en este mes, la energía y las sonrisas que nos brinda la gente es nuestra mejor retribución”, afirma Ruiz. (I)