A Juan Carlos Ochoa, guayaquileño de 40 años, lo caracteriza algo: no le gusta el bolón. Eso le permitió crear un producto tipo majado de verde con fusión de mariscos, carne, pollo, tocino y maní. Su resultado fue el platillo Majao Divino, que ganó la Estrella Culinaria de Plata en la feria gastronómica Raíces.
El Majao Divino, que lleva una masa esponjosa de verde con queso manaba, tocino, pollo, chicharrón y maní, tuvo gran aceptación en la edición de Raíces este año.
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Ochoa asegura que este reconocimiento es un esfuerzo de tres años desde la creación de su emprendimiento Divino Verde, que nació el 28 de noviembre del 2019.
Recuerda que tuvo una época difícil en que se quedó sin trabajo antes de la pandemia, por lo que se propuso salir adelante teniendo algo propio, y optó por promocionar su variedad de majados.
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Comenta que con ayuda de un amigo empezó con una carreta. Ellos tenían pensado alquilar un espacio para realizar las ventas con la carreta; sin embargo, no se dio.
“Tuve un problema personal y no pude hacer esa inversión. Pero ya tenía la carreta; me lancé a la calle. Ya para la pandemia tenía mi colchoncito de clientes que me pedían mis ‘majaos’ de verde a su elección”, dice.
Acota que en ese tiempo también hubo complicaciones, como la llegada de metropolitanos por trabajar en la calle.
“Ellos llegaban a decirme que estaba cometiendo una infracción. A más de eso, me daba pena ver a mis clientes comer bajo el sol, incluso bajo la lluvia cuando fue invierno. Entonces dije: ‘No, tengo que tener un local, así sea pequeñito’”, manifiesta.
Una segunda parte fue hace un año, cuando se amplió con su local. Ya con más clientela, se decidió una vez más a postular para el tan anhelado sueño: Raíces.
“Yo siempre dije: ‘No quiero un negocio tradicional, no quiero vender lo que todo el mundo vende. Yo quiero algo propio, mío’. Entonces, al tener mi emprendimiento, pensé que tenía que participar en Raíces. Me postulé en el 2020, otra vez en el 2021 y también este año 2022, y la tercera fue la vencida: me confirmaron que ingresé a la feria”, dice.
Él comenta que, luego de tener la confirmación de Raíces, acudió a pedir asesoría de un amigo chef, ya que su producto se preparaba con la receta tradicional de su familia y todo a mano.
“Mi negocio éramos tres personas: la que me ayuda en la cocina, el que ayuda en la limpieza y yo; pero no tenía el conocimiento de un chef. Fui donde mi gran amigo, que yo sabía que él estaba trabajando, ocupado, pero no dudó en unirse a mi equipo, me organizó la cocina, tecnificamos el proceso y, con la bendición de Dios, vamos adelante”, refiere.
Añade que invirtió en una freidora y en una máquina de procesar verde para poder rendir en tiempos en la feria. “Era imposible poder majar a mano todo el verde con tanta demanda”, expresa.
También resalta la evaluación y retroalimentación en técnicas y procesos de cocina que le brindaron los chefs locales e internacionales que los calificaban durante su participación en la feria.
Ochoa comenta que muchos de los clientes han acudido a su local a pedir bolón, pero él explica que allí no ofrecen bolón, sino un majado con variedad de sabores a elección del cliente. Hay el Majao Divino, con verde, queso manaba, tocino, pollo, chicharrón y maní; el Majao Celestial, que tiene pulpo, camarón, calamar y maní; y el Majao Supremo, que es una fusión de los anteriores.
“Este majado es la receta que mi mami hacía los domingos. No me gusta el bolón, porque lo siento muy seco; por eso, mi mami me lo preparaba así. Es el verde majado, hecho un refrito en el sartén, con leche, sal, pimienta, queso; es esponjoso. Ella le dice ‘mejengue’. Entonces, fusioné eso con los mix de mariscos, carnes, maní de la casa”, manifiesta. (I)